NOSTALGIA DE PELÍCULA TAQUILLERAS

10 'blockbusters' para la historia

Una lista de las más paradigmáticas películas que reventaron en su día la taquilla en este verano en que se echan tanto de menos

Steven Spielberg, Tiburón

Steven Spielberg, Tiburón / periodico

Nando Salvà

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Son películas atiborradas de efectos especiales, deslumbrantes coreografías de acción y grandes estrellas. Están dotadas de la capacidad para recaudar cantidades demenciales de dinero, vender juguetes y casi cualquier artículo de ‘merchandising’, instalarse en el panteón de la cultura popular y, por tanto, formar parte tanto del imaginario de sus espectadores como del resto de los mortales. Y, aunque en los últimos tiempos Hollywood ha cogido la costumbre de estrenarlos repartidos a lo largo y ancho del calendario, el hábitat más propicio para los ‘blockbusters’ –los lingüistas recomiendan el uso de la expresión ‘éxito de taquilla’, pero no es lo mismo– siempre son los meses de verano... a excepción de los de este verano en particular.

El covid-19 se ha encargado de que estos días no haya ni rastro de esas películas en la cartelera, y eso inevitablemente ha servido para recordarnos que, aunque nos encanta culparlas de casi todo, son necesarias. Evadirse frente a una pantalla grande, ya sea a la isla Nublar o a una galaxia muy, muy lejana, nunca nos había hecho tanta falta. Y por eso mismo es un buen momento para repasar algunos de los ‘blockbusters’ más paradigmáticos, aquellos títulos que más a menudo se citan al tratar de definir el término.

La lista está compuesta únicamente por películas originalmente estrenadas durante lo que Hollywood considera su temporada estival, que se prolonga entre el primer fin de semana de mayo y el 7 de septiembre, cuando los estadounidenses celebran el Labor Day o Día del Trabajo; en otras palabras, no esperen encontrar en ella títulos como ‘El señor de los anillos’ y ‘Avatar’, grandes entretenimientos veraniegos que, sin embargo, vieron la luz en diciembre. Asimismo, incluye nada menos que tres películas dirigidas por Steven Spielberg, pero lo cierto es que podrían ser más –¿dónde está ‘E.T. El extraterrestre’?, se preguntarán muchos– porque, después de todo, él inventó los ‘blockbusters’ y pasó buena parte de su carrera empeñado en perfeccionarlos.

Tiburón (1975)

El pez que devoró Hollywood

Es la película que dio origen a la noción misma de ‘blockbuster’ veraniego, rompiendo casi todos los récords de recaudación y ofreciendo un cóctel perfecto de cine de autor setentero y entretenimiento escapista, ideal para ser consumido con palomitas. Pero resaltar su enorme impacto cultural no debería hacernos olvidar que es una de las grandes ficciones de terror de todos los tiempos. Tras verla, mucha gente dejó de ir a la playa durante años, y la música original de John Williams sigue erizándonos el vello.

La guerra de las galaxias (1977)

La influencia que no cesa

Puede que ‘Tiburón’ inventara el concepto, pero esta película lo depuró. No hace ninguna falta explicar la influencia que tuvo tanto en la cultura pop como en la cultura a secas porque, más de cuatro décadas después, ‘Star Wars’ sigue generando el más agresivo fanatismo. Muchos la culpan de representar el momento en el que Hollywood decidió dedicarse principalmente a vender muñequitos, pero hay que estar hecho de residuos espaciales para sentarse frente a ella y no rendirse a los placeres sencillos que ofrece.

Parque Jurásico (1993)

... Y los dinosaurios revivieron

Podría decirse que es el ‘blockbuster’ quintaesencial, por la habilidad con la que mezcla géneros –el cine de aventuras, el thriller, la ciencia-ficción, muchos otros– y dota el conjunto de pegada emocional pero, sobre todo, porque su uso pionero de la tecnología visual impulsó una revolución cinematográfica tan profunda como la llegada del sonido en 1927. Al verla, aún hoy es inevitable quedarse tan boquiabierto como se queda Sam Neill en una de sus escenas, al ver por primera vez a un braquiosaurio.

Los vengadores (2012)

Ensalada de justicieros

Al unir en una misma historia a los justicieros más importantes –Thor, el Capitán América, la Viuda Negra, ese chicarrón verde, Robert Downey Jr.–, inauguró una nueva era en la que las películas de superhéroes estaban más sobrepobladas que Benidorm en agosto. Aunque el Universo Cinematográfico de Marvel se siga expandiendo de forma infinita, a los fans les resultará difícil volver a sentir lo que sintieron con esta película al ver a todos sus personajes favoritos juntos, compartiendo un shawarma.

Los cazafantasmas (1984)

La combinación perfecta

Su éxito no solo se explica gracias a la canción de Ray Parker Jr. que encabezaba su banda sonora, los memorables uniformes que sus héroes vestían y la legión de inolvidables criaturas a las que se enfrentaban, del moqueador al hombre de malvavisco. Lo cierto es que el humor gamberro, los vistosos efectos especiales y las frases listas para ser impresas a sangre y fuego en el imaginario colectivo nunca antes se habían mezclado de forma tan equilibrada, y posiblemente no lo hayan hecho desde entonces.

Mad Max: Furia en la carretera (2015)

El pandemónium hecho arte

Desafió todas las expectativas acerca de lo que un ‘blockbuster’ podía y no podía ser. Y lo hizo aturdiendo nuestros sentidos a través de un chorreo de efectos visuales prácticos –esto es, no generados por ordenador–, grandes dosis de rabia feminista y una colección de secuencias de acción –de hecho, la película en su conjunto es una gran secuencia de acción– que demostraron que el ruido y las explosiones son herramientas tan válidas para hacer arte como la tinta y el pincel.

El caballero oscuro (2008)

El superhéroe que nos merecemos

Con la segunda entrega de su trilogía sobre Batman, Christopher Nolan reinventó el cine de superhéroes al demostrar que una película sobre un hombre que va por la vida disfrazado de murciélago podía adoptar un enfoque realista y, sí, muy oscuro. Inspirándose en el cine de Michael Mann y ficciones como ‘The Wire’, el británico creó una deslumbrante epopeya criminal, adornada con imponentes coreografías y convertida en un clásico gracias al icónico trabajo de Heath Ledger en la piel del Joker.

En busca del arca perdida (1981)

El cine de aventuras era esto

En sus 13 minutos iniciales incluye más acción trepidante que la mayoría de películas de acción en todo su metraje, y a partir de ahí va cogiendo más velocidad. Y entretanto Spielberg combina lo mejor del cine de aventuras clásico con lo mejor del de James Bond –y lo salpimenta con toques ‘lubitschianos’– como nadie más que él sabría hacerlo. Pero la gran baza es Harrison Ford en la piel de Indiana Jones, un héroe capaz de saltar de aviones y cascadas y de colarse en submarinos nazis sin perder el sombrero.

Terminator 2: El juicio final (1991)

Cuando lo caro sale barato

Cuando se anunció que iba a ser la película más cara de la historia muchos se llevaron las manos a la cabeza, pero su estreno dejó claro que valía hasta el último dólar de su presupuesto. Pero ‘Terminator 2’ es mucho más que una colección de revolucionarios efectos visuales; también contiene una de las mejores persecuciones jamás proyectadas en una pantalla, y a una heroína inolvidable, y a Schwarzenegger diciendo “Hasta la vista, baby”. Contemplar la autodestrucción de la humanidad nunca había sido tan divertido.

La jungla de cristal (1988)

El héroe descalzo

Cierto que está ambientada en Nochebuena, pero pese a ello es un ‘blockbuster’ con todas las letras, y no solo porque llegó a los cines estadounidenses durante el mes de julio; también porque la protagoniza un Bruce Willis imparable tanto a la hora de matar a los malos como a la de pronunciar frases lapidarias –y de hacer todo eso sin zapatos ni calcetines–, porque ofrece una secuencia de acción frenética tras otra y porque se muestra implacable generando suspense y emotividad en el proceso.

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