CRÍTICA DE CINE

'Nekrotronic': tedio en medio del caos

El resultado de este pastiche acaba siendo mucho más aburrido de lo esperable por parte de una película cuya trama incluye impresoras 3D que imprimen demonios

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Nekrotronic'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Nekrotronic'. / periodico

Nando Salvà

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El segundo largometraje de Kiah Roache-Turner -coescrito por él mismo junto a su hermano Tristan- incluye cabezas que explotan y espectros poseídos, pero intenta ser una comedia al menos tanto como un ‘actioner’ o una película de terror. También recurre a armas virgueras, decorados vistosos y muchas luces centelleantes para llamar la atención, aunque ni eso ni su alocada premisa le impiden ser rotundamente olvidable. Su eje argumental es una guerra entre criaturas diabólicas y humanos nigromantes, que después de siglos parece decantarse a favor de las primeras en cuanto su lideresa (Monica Bellucci) recurre a una ‘app’ parecida al ‘Pokémon Go’ para esclavizar las almas de los mortales.

Mientras escenifica una sucesión incesante de secuencias de combate, ‘Nekrotronic’ evidencia flagrantes similitudes con títulos como ‘Tron’, ‘Blade’, ‘Cazafantasmas’, ‘Hellraiser’ y ‘Matrix’, y asimismo plantea homenajes a clásicos del cine de terror como ‘El exorcista’ y ‘Alien, el octavo pasajero’. Y en el proceso los Roache-Turner se muestran más interesados en ofrecer momentos de ‘slapstick’, chistes escatológicos y chillones efectos especiales que en atender al ritmo narrativo o la coherencia argumental. El resultado acaba siendo mucho más aburrido de lo esperable por parte de una película cuya trama incluye impresoras 3D que imprimen demonios.