CRÍTICA DE CINE

'Little monsters': guerra infantil Z

Abe Forsyth firma una apuesta genérica híbrida en la que impera un tono infantil y que se queda en tierra de nadie

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Little monsters'

Tráiler de 'Little monsters'. / periodico

Quim Casas

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Aunque se han realizado comedias o filmes paródicos sobre vampiros, momias u hombres lobo, los personajes clásicos del cine de terror que mejor aceptan el sarpullido humorístico son los muertos vivientes. Y a ejemplos como ‘Braindead’, ‘Bienvenidos a Zombieland’, ‘Zombieland mata o remata’, ‘Zombie party’, ‘Los muertos no mueren’ y la cubana ‘Juan de los muertos’ se suma ahora la producción australiana ‘Little monsters’, en la que los zombis, pese a lo que hacen, no son tomados en serio.

Es una película exagerada en todos los sentidos, aunque sin llegar a los extremos ‘gore’ cuando la celebración de los desmembramientos de la carne humana se convierte en pura exaltación cómica. Tres adultos, de los que solos se salva la maestra de escuela encarnada por Lupita Nyong’o, deben proteger a un grupo de niños de la amenaza zombi. Los otros dos son un músico descerebrado y un cómico infantil. Este último, de ser esta una película más incisiva y perversa, habría dado infinito más juego: la típica estrella televisiva para los niños que puede ser, en realidad, un tipo antipático y egoísta, cuando no depravado.

Los ataques se suceden al mismo ritmo que los 'gags', pero ni uno ni otro convencen del todo porque impera un cierto tono de filme infantil. Otra apuesta genérica híbrida que se queda en tierra de nadie.