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La Filmoteca recuerda a cuatro artistas fallecidos este año en 'In Memoriam'

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Eduardo de Vicente

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La Filmoteca de Catalunya tiene la buena costumbre de dedicar algunas sesiones a recordar la obra de los cineastas que nos han dejado últimamente en su sección In Memoriam. Como programan las películas con bastante antelación es frecuente que se dediquen a autores que ya hace unos meses que fallecieron y, con el vaivén de aperturas y cierres recientes, la vigencia es aún más complicada. Aún así, recuperan unos cuantos homenajes más que merecidos.

Un checo en Estados Unidos

El primero de ellos está dedicado al director Ivan Passer, que formaba parte de la nueva ola checoslovaca pero que, tras la primavera de Praga, emigró a EEUU donde desarrolló la mayoría de su carrera. Para rememorarlo hoy puede verse su primera película, Il·luminació íntima (1965), rodada en su país de origen y bajo la influencia de su amigo, el realizador Milos Forman, con quien trabajó en varias ocasiones. Es una original comedia intimista sobre un joven violonchelista y su novia quienes visitan a algunos amigos en un pequeño pueblo. Es una reivindicación de la fraternidad y los pequeños placeres de la vida, sin referencia alguna a los valores comunistas y, quizás por ello, estuvo prohibida durante 20 años.

El otro título que podemos ver el martes 18 es A la manera d’en Cutter (1981), ya en su etapa norteamericana. Es un melodrama con intriga y toques cómicos que fue uno de los primeros en poner el dedo en la llaga sobre el controvertido tema de la guerra de Vietnam, ya que su protagonista es un veterano de dicho conflicto. John Heard es un mutilado de guerra que intenta ayudar a un amigo (Jeff Bridges) que ha sido testigo de un crimen y se ha convertido en el principal sospechoso. Para conseguir su libertad deberán encontrar al auténtico responsable.

Marcada por la 'Lolita' de Kubrick

Otra triste desaparición fue la de la actriz Sue Lyon, cuya carrera quedó marcada para siempre por la primera película en que intervino, nada menos que la Lolita, que podrá verse mañana. El realizador cuidaba hasta el último detalle de sus películas y adaptó con gran delicadeza esta polémica novela de Vladimir Nabokov, pese a la controversia que podía suscitar. El resultado fue otra obra maestra sustentada en un guion sin fisuras y grandes interpretaciones. Narra la desmesurada fascinación que siente Humbert Humbert, un profesor universitario maduro, por una adolescente. Su obsesión le lleva a casarse con la madre de la chica para poder estar cerca de ella. Pero la muchacha empieza a darse cuenta de sus sentimientos y se aprovecha de él.

Destaca por su espléndido reparto encabezado por tres grandes actores como James Mason, Peter Sellers y Shelley Winters, pero sobre todo brilla Lyon, que fue escogida entre 800 chicas. Kubrick trabajó con el propio Nabokov para que firmara el guion y estuvo dispuesto siempre que pudiera aprobar personalmente el reparto. Decidieron que la protagonista tuviera 15 años en vez de los 12 de la novela original para evitar problemas con la censura. Pero todo se complicó cuando Nabokov entregó su versión y daba para una película de siete horas. El director aseguró que era el mejor guion que había leído en toda su vida, pero a la hora de la verdad aprovechó muy poco del mismo.

Dos perlas de Kirk Douglas

La larga e interesante carrera del actor y productor Kirk Douglas da para un ciclo muy completo que, probablemente, programen más adelante pero, por ahora, nos ofrecen un aperitivo con dos películas. Para este jueves está prevista Los valientes andan solos (1962), un wéstern escrito por el prestigioso Dalton Trumbo (uno de los perseguidos durante la caza de brujas y ganador de dos Oscar) y en el que el actor se medía con dos intérpretes poco habituales en este género, la especialista en dramas Gena Rowlands y el cómico Walter Matthau. Douglas se mete en la piel de un vaquero solitario que intenta liberar a un amigo escritor que ha sido encarcelado por acoger en su casa a unos inmigrantes mexicanos que han cruzado la frontera ilegalmente. Aunque parezca mentira, más de 50 años después, el tema sigue estando de actualidad.

La otra propuesta (este viernes) es Historia d’un detectiu (1953), aunque la mayoría la recordarán por el título con el que se estrenó en nuestro país, Brigada 21. Es un clásico del cine de intriga basado en un gran éxito de los escenarios y llevado a la pantalla por el director de Ben-Hur, William Wyler. La acción transcurre en una comisaría de policía neoyorquina. Un detective muy estricto que se ha endurecido a base de tratar con criminales debe hacer frente a diversos casos mientras sufre las consecuencias de sus problemas personales debidos a la actitud de su esposa, que esconde un secreto del pasado.

El rey de la comedia surrealista

También hemos lamentado en los últimos meses la pérdida de uno de los autores más originales, ingeniosos y diferentes del cine español, José Luis Cuerda, y la película para recordarle no podía ser otra que Amanece, que no es poco (1989), que podrá verse en pantalla grande el miércoles 26 y el viernes 28. Es una comedia de culto delirante, con canciones y apuntes surrealistas que transcurre en un insólito pueblo donde las normas de comportamiento son muy diferentes a las del resto de la sociedad. Cada año se celebran elecciones y escogen entre sus habitantes al alcalde, al cura, al maestro, a las adúlteras e incluso, a la puta oficial. Los guardias civiles se encargan de emborrachar a los alcohólicos, las parejas deben gozar por igual en el coito y hay un campo en el que se plantan hombres para mantener el nivel demográfico. Cuenta con un impresionante elenco de más de un centenar de personajes, entre los que se encuentran muchos nombres populares como los de Antonio Resines, Luis Ciges, José Sazatornil, Cassen, Pastora Vega, Chus Lampreave, Quique San Francisco, Gabino Diego, Ovidi Montllor o Queta Claver.

El realizador la definía como "una comedia rural desmadrada", y explicaba que pretendía hacer "una reflexión jocosa sobre las constantes de la sociedad española". Para el cineasta, "el hombre de ciudad de hoy se ve forzado a competir de forma inhumana y el hombre rural es más natural y está más apegado a la tierra. En mi película aparece este tipo visto desde una óptica disparatada, en situaciones en las que se mezclan la fantasía, el realismo y la picaresca". Un tipo genial al que siempre echaremos de menos pero que nos ha legado varias obras, como ésta, que resisten el paso del tiempo.