TÓMATELO EN SERIE
Tracy Morgan, una vida de lucha
Entrevistamos al cómico de culto detrás de 'The last original gangster', serie basada en muchas de sus propias vivencias
Juan Manuel Freire
Periodista
Periodista y crítico cultural.
Juan Manuel Freire
En la aplaudida serie 'The last original gangster', el célebre cómico Tracy Morgan hace un ejercicio de historia alterna sobre sí mismo: ¿y si en lugar de cambiar los trapicheos de drogas por el humor, hubiera seguido por el mal camino? Quizá, como su personaje en la ficción, Tray Barker, habría acabado quince años en la cárcel, y al salir se habría encontrado con un Brooklyn gentrificado, donde ya no hay tanta gente necesitada de agentes del bien, eso que él había trabajado para ser mientras estaba entre rejas. Quizá se habría encontrado con que su antigua novia (en la serie, Shay, encarnada por Tiffany Haddish) había ascendido mucho en la vida y se había casado con otro, un blancucho, para más señas, "que parece un jugador de 'lacrosse'", en descripción de Tray.
Cocreada y producida por Jordan Peele (el genio cómico convertido en nuevo valor del terror con 'Déjame salir'), 'The last original gangster' es "una historia sobre la lucha", nos dice Morgan en animada conversación telefónica. "No es necesario haber tenido una vida parecida a la mía para poder disfrutarla. La lucha es algo que todos compartimos". En la primera temporada, Tray Barker luchaba por hacerse con el respeto de los hijos que no sabía que tenía. En la segunda, por sacar adelante un 'food truck' de temática carcelaria. Al principio de la tercera, que TNT estrena completa el martes, día 11, le encontramos en plena crisis, sin negocio y a punto de que su madre le eche de casa.
En estos últimos episodios, la serie sigue trufada de personajes y detalles extraídos de la vida de Morgan. A Trey le molesta que su madre, Roberta (Anna Maria Horsford), se haya echado novio. "Y me pasó igual en la vida real. Yo solo había visto a mi madre con un hombre, pero tuve que aceptar el recambio, y no se crea, al final me cayó bien". Es inevitable querer al novio de ficción: lo encarna un impagable (como siempre) J. B. Smoove, robaescenas total de 'El show de Larry David'. "J. B. es perfecto para el papel. Porque no solo es divertido, sino también sensato y auténtico". La relación entre Morgan y Smoove viene de lejos: "Llevamos cada uno un cuarto de siglo en el espectáculo, actuando y haciendo standup. Lo nuestro se remonta a un taller del Uptown Comedy Club de Harlem donde aprendimos el oficio a finales de los ochenta".
En esa clase de talleres se aprende el arte de la improvisación, y pregunto a Morgan si eso es algo que se potencie en el rodaje de su serie, o si al contrario, aquí el guion es sagrado. Nuestro hombre redirige un poco la pregunta: "Le voy a decir qué propongo yo a mis actores", explica. "No quiero que actúen, quiero que sean. Todos los espectadores han de reconocer las emociones y para conseguir eso debemos ser honestos. De modo que exijo ser, no actuar, estar en el momento, dejar que la emoción crezca en tu interior y salga poco a poco hacia la cámara".
Curtido en 'Saturday night live'
Morgan saltó realmente a la fama en 1996, cuando fue fichado para el mítico programa 'Saturday night live', en el que se mantuvo siete temporadas. Una compañera en dicho programa, Tina Fey, le escribió el papel de su vida: el del cómico Tracy Jordan de 'Rockefeller Plaza', clásico moderno de la 'sitcom' que le mantuvo ocupado entre el 2006 y el 2013 y que lo consagró popularmente. Si los nombres de nuestro entrevistado y su personaje en aquella son similares, no es casualidad. Fey lo concibió como un Jordan versión estrella de cine, ese Jordan que en la vida real no llegó a ser, aunque no por falta de talento ni carisma: recuperen su paso por 'Atraco en la iglesia' en Netflix.
Y tras el final de 'Rockefeller Plaza', la tragedia. En junio del 2014, mientras volvía con algunos colegas de una actuación en Delaware, su Limo Bus fue embestida por un tráiler de Walmart. Uno de sus mejores amigos, el cómico James McNair, alias Jimmy Mack, falleció en el accidente. Morgan pasó ocho días en coma, tras los cuales debió aprender a hablar y caminar de nuevo.
Según ha dicho, podría haber vivido de la cuantiosa indemnización pagada por Walmart, pero después de recuperarse solo pensaba en trabajar. Y hacerlo con los mejores. Por eso llevó la idea de 'The last original gangster' a Peele, quien se involucró mucho en el proyecto, al menos en un principio: "Ahora ya no hace tanto", señala Morgan. "Pero ya estoy yo para controlar las cosas. En el rodaje soy muy controlador. ¡Tendría que verme en acción! Cuido mucho mi idea. Soy el mejor para hacerlo. Al fin y al cabo, ¿quién va a hacer mi vida mejor que yo?".
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