CRÓNICA

Amaral, ante el reto de una generación

El dúo aragonés sacó punta a su repertorio en formato acústico en un Camp Nou con 800 espectadores, dentro del Cruïlla XXS

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Jordi Bianciotto

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Los conciertos covid-19 son distintos, ya que hay un subtexto permanente que nos recuerda la anomalía. Como en la escena en que Amaral apareció, este lunes, en el escenario levantado en el gol sur del Camp Nou, con Eva y su cómplice Juan Aguirre luciendo sus mascarillas en gesto de solidaridad con el público. Escenario inédito, inventado por el Cruïlla XXS, con el cemento vacío de las gradas como fondo, y 800 seguidores intercambiando con el dúo un largo aplauso recíproco de bienvenida.

La imagen del estadio transmitía un aire de irrealidad, como si se tratara de un fondo de pantalla, o una aparición mágica, así lo expresó Eva Amaral tras librarse de profiláctico antifaz. “He frotado la lámpara y le he dicho: ‘quiero tocar en el Camp Nou’, y ha pasado esto”, bromeó mientras procedía a combinar su guitarra acústica con la de Aguirre en ‘Señales’ y el viejo éxito ‘El universo sobre mí’. El hilo conductor lo puso ‘Salto al color’, el álbum que la pareja publicó el pasado otoño, ahora desprovisto de sus tramas electrónicas y desviado a la expresividad acústica.

Voz con poderío

Canciones, algunas, aventuradas como esas tropicalistas ‘Bien alta la mirada’ y ‘Mares igual que tú’, que no dejaron de sonar a Amaral pese a sus alegrías rítmicas, y otras de corte más clásico: ahí hay que anotar ‘Nuestro tiempo’, que Eva introdujo con un al presente (“cada generación tiene su reto, y este es el nuestro”), y en el tramo final, la sentida ‘Peces de colores’. El aparato instrumental rebajado hizo brillar si cabe un poco más la voz de Eva Amaral, con puntas de poderío en la lejana ‘Cómo hablar’ o en ese ‘Kamikaze’ a todo tren, más rock’n’roll que folk, en contraste con la mística contención de ‘Ondas do mar de Vigo, pieza del trovador medieval gallego Martín Códax.

Eva y Juan manejan amplios referentes musicales, y deslizaron algunos de ellos, por ejemplo, al culminar ‘Entre la multitud’ con una cita a ‘Bizarre love triangle’, de New Order, y en ese fragmento de ‘The ecstasy of gold’, de Ennio Morricone, que preparó el empinado camino de ‘Hacia lo salvaje’, tema al que inyectaron citas a Paco Ibáñez (‘A galopar) y Roberto Carlos (‘El progreso’). Amaral, soltando amarras, en una escena de clímax para ese “maravilloso atardecer” en el Camp Nou en el que quiso “celebrar la música en directo, la vida y el amor”.