Carner revive en Peralada gracias a la música

El tenor David Alegret y el pianista Rubén Fernández Aguirre mostraron en Peralada el resultado de casi medio año de trabajo profundizando en la obra de Josep Carner puesta en música por diversos autores en el año en que se cumple medio siglo de la muerte del poeta. No hubo, obviamente, apartado de piano solo, pero no hizo falta ante la proeza que llevaron a cabo ambos artistas. El recital comenzó con cinco canciones de Toldrà, todas muy matizadas y bien internalizadas. La excelente toma de sonido –la realización fue igualmente un lujo– permitió que se apreciaran todos los detalles expresivos, con un Alegret atento a la pronunciación y a la dicción, detalles fundamentales en este repertorio que se extendieron por todo el programa.

Siguió el estreno absoluto de 'Els somnis', un tríptico de canciones de Albert Guinovart –"'He somniat que dins la mar nocturna'", "'He somniat que a l’hora matutina'" y "'He somniat com en la via clara'"– bien engarzadas en una interpretación intensa y sentida que, en adecuado contraste, tenían cierto aire onírico en el vuelo melódico propio del lenguaje del compositor.

Siguió un interesante experimento: la yuxtaposición de cinco versiones del poema 'Canticel' de Carner, pieza que daba nombre al recital. Se sucedieron las de Antoni Massana, Ricard Lamote De Grignon, Toldrà, Joaquín Rodrigo y Narcís Bonet.

Otro estreno

A continuación llegó otro estreno, 'Temps de poeta' de Alberto García Demestres, 'Epigrama del bell temps' –una belleza de canción dicha con gran delicadeza–, 'Si em vaga' y 'Destins'.

De Miquel Ortega se interpretaron, del ciclo 'Las cuatro estaciones', 'Fa molt fred', 'Obsessió lunar', la genial 'Tarda d’estiu' y 'Angoixa de l’alta nit', piezas de diferente adscripción estética y de tonalidades complejas, con un David Alegret siempre elegante y dominador saliendo airoso de este reto de memoria y expresividad en el cual pudo sacar a relucir todos sus recursos con excelentes resultados en toda la tesitura.

La velada finalizó con 'Cinco canciones' del compositor nacido en Peralada Joaquím Serra, 'Cançó florida', 'Tragèdia d’abril', 'Elegia d’una rosa', 'Cançó voluble' y 'El sonet als llavis', completando un fascinante recorrido por la poética de Carner de la mano de algunos de los grandes nombres del 'Lied' catalán.

Como propina se ofreció la 'Cançó de comiat' de Toldrà, pequeña joya inspirada en un poema de Tomàs Garcés, "con permiso de Carner", según el tenor.