¡Scooby!: inane intento de reinvención

Cuestionable intento de insuflar nueva vida a una saga cuya longevidad es de por sí inexplicable -hasta la fecha ha generado unas 40 películas y una docena de series de televisión-, '¡Scooby!' renuncia a actualizar la fórmula que las aventuras detectivescas del perro Scooby-Doo y sus adolescentes secuaces han seguido fielmente a lo largo de medio siglo para tratar de alterarla por completo.

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Por un lado, la película intenta funcionar a modo de inicio de un nuevo universo cinematográfico basado en el catálogo animado de la productora Hanna-Barbera, y para ello adopta modos típicos del cine de superhéroes. Por otro, atiborra su propia peripecia argumental de referencias a las contraseñas de Netflix, los hermanos Hemsworth, la icónica jueza Ruth Bader Ginsberg y la canción 'Shallow', entre otros significantes de la cultura pop.

En cualquier caso, ninguno de esos ingredientes tendría por qué ser un obstáculo para el disfrute del público infantil si no fuera por la tosquedad con la que el director Tony Cervone y su equipo de siete guionistas -¡siete!- los manejan y el desinterés por elementos narrativos básicos como el ritmo y la estructura que exhiben en el proceso.