'La profesora de piano': el momento de la verdad

La película dirime los conflictos entre las relaciones afectivas y las musicales de una mujer que ha dirigido y controlado la carrera de su hijo, también pianista

Estrenos de la semana. Tráiler de 'La profesora de piano'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'La profesora de piano'. / periodico

Quim Casas

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'La profesora de piano' dirime sus conflictos entre las relaciones afectivas y las musicales. La Lara del título original es concertista y profesora de piano. Ella ha dirigido y controlado la carrera de su hijo, también pianista, y que ahora está a punto de realizar su actuación más importante el mismo día en que la madre cumple 60 años. Pero la distancia entre ambos ha adquirido proporciones titánicas, irreconciliables. No se hablan, no se relacionan. Aún así, Lara hace un último esfuerzo para estar presente en esa cita, y no es un esfuerzo cualquiera. 

El relato urdido por el cineasta alemán Jan Ole Gerster va del presente al pasado para suministrarnos, de forma muy bien estructurada, las informaciones pertinentes para que al final tengamos un retrato bastante claro y conciso de Lara, de su juventud y formación, de las relaciones con su madre y con su hijo, también la relación con la música y el piano. Aunque es una película muy equilibrada, destaca más la primera mitad, cuando el personaje es aún un  pequeño misterio que no desvela sus contornos y contradicciones. Y se construye bien alrededor de dos excelentes intérpretes, Corinna Harfouch y Tom Schilling. El segundo encarnó al desencantado protagonista de 'Oh boy', el anterior filme de Gerster, un cineasta alemán a tener muy en cuenta