PROYECTO POP DE AUTOR

Anna Andreu, canciones "vaciadas y robustas"

La cantante, excomponente del dúo Cálido Home, presenta su primer álbum, 'Els mals costums', en la noche de apertura de Les Nits del Primavera

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Jordi Bianciotto

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Frente a las urgencias modernas, un mundo de músicas serenas, largamente pensadas y construidas con pocos y muy cuidados ingredientes. Como 'Els mals costums', el estreno en solitario de Anna Andreu, un álbum en el que acude a pensamientos de uso común para buscar sus flancos débiles (o merecedores de reflexión), y darles una forma de magnética canción pop. Obra que la cantante y guitarrista presenta este jueves en el anfiteatro del Fòrum, abriendo el concierto de Ferran Palau en la noche inaugural de Les Nits del Primavera.

Anna Andreu deja atrás sus nueve años de alianza con Eduard Pagès en el dúo Cálido Home y cambia el inglés por el catalán, una elección llena de connotaciones, ya que la primera lengua no es portadora para ella de "vivencias asociadas a la palabra", a diferencia de la segunda. En la "dona de profit" que aparece en 'El crit al cel', por ejemplo. "Yo he sido una mujer de provecho durante nos cuantos años; tenía un trabajo en el que me aburría como una ostra", explica. "Pero, aunque sé que ahora con la música no me haré de oro, para mí vale la pena".

Evitando el azúcar

Lo que más miedo le daba al escribir en catalán era "que quedara algo demasiado azucarado", y se cuidó de compensar las "melodías bonitas o dulces" con "palabras más ásperas u oscuras". Ahí está 'Torrent sanguini’', el primer sencillo (y vídeo), pieza emotiva, pero de despierta cotidianidad. "Refleja el amor como una relación de confianza, que te tranquiliza, tal y como lo entiendo a los 32 años".

Las canciones son suyas, si bien deben parte de su acabado discográfico a dos figuras de peso. Marina Arrufat, con su batería, sus teclados y sus voces, demostrando "que se puede ser riguroso sin perder la espontaneidad". Y Jordi Matas, el productor (Ferran Palau, El Petit de Cal Eril), que le sugirió que cambiara la guitarra acústica, que utiliza para componer, por la eléctrica, un paso determinante en la definición de esas atmósferas sutiles pero robustas, con un punto de frialdad. Ella la toca sin púa, marcando arpegios. "Como si fuera una acústica, sí. Pero yo toco la guitarra para poder cantar, al servicio de la voz", destaca. Y aunque sopesó la idea de incluir otros instrumentos, como el violín, hicieron caso de otro consejo de Matas. "Nos dijo: 'Podemos vaciar las cosas y que sean robustas'".

En el Fòrum estrenará este repertorio, con Marina Arrufat, confiando en conectar con cada uno de los distanciados asistentes por algún canal invisible. "Solo espero que no haya muchos móviles...", suspira Anna Andreu, que este verano estará también en Caldes de Malavella (10 de julio), Altafulla (17), La Bisbal (22) y de nuevo en la capital catalana, en el castillo de Montjuïc, dentro del ciclo Sala Barcelona (2 de agosto).