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La Filmoteca recuerda a Anna Karina, Michel Piccoli y Lucía Bosé

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Eduardo de Vicente

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Estos últimos meses han sido especialmente amargos para los amantes del cine, ya que se han producido los fallecimientos de algunas grandes estrellas del cine internacional. La Filmoteca de Catalunya tiene por costumbre recordarlos en su espacio In Memoriam y ha querido tener un rincón para ellos en su programación de este mes y medio. Los nombres que rememoraremos estos días son los de tres actores europeos: Michel Piccoli, Anna Karina y Lucía Bosé. 

El Papa Piccoli

El actor francés Michel Piccoli probablemente será el protagonista de un nuevo ciclo tras las vacaciones de agosto pero, de momento, podemos disfrutar esta noche de su talento en Habemus Papam (2011). El italiano Nanni Moretti le entregó el que, probablemente, fue el último gran papel de su vida, el de un hombre que ha sido escogido para convertirse en el nuevo Papa. Pero el elegido sufre una crisis de ansiedad y no se atreve a presentarse ante los creyentes. Una sátira muy humana sobre el poder eclesiástico. Aunque en Francia nunca le dieron el César, se tomó la revancha llevándose el David di Donatello italiano.

Anna Karina y Godard

La musa y pareja de Jean-Luc Godard, Anna Karina, será objeto de un miniciclo compuesto por seis de sus mejores trabajos empezando mañana y el día 2 de julio con la futurista Lemmy contra Alphaville (1965) donde compartía protagonismo con el duro Eddie Constantine. Es una excéntrica cinta de ciencia ficción ambientada en una ciudad del mañana controlada por un cerebro electrónico. El agente Lemmy Caution intenta hallar al científico que lo creó para poder enfrentarse a él con más suerte que sus predecesores. Un filme que, más de medio siglo después, sigue sorprendiendo.

Pierrot el loco (1965) estuvo acompañada también por la polémica aunque es de las películas más originales del director. Se trata de una road movie sobre un burgués aburrido de la vida que lleva (Jean-Paul Belmondo) que para acabar con la monotonía y, tras asistir a una fiesta con su esposa, decide partir a la mañana siguiente de viaje en compañía de la canguro de sus hijos. Pero, durante su trayecto, serán perseguidos por una banda de gánsteres con la que ella guarda relación. Godard mezcló elementos del cine policiaco, la pintura, colores pop, referencias culturales y una visión nihilista de la vida en este título insólito que se proyecta el 1 y el 3 de julio.

Su debut como directora y el viaje a Argelia

Los días 4 y 8 podrá verse Conviure (Vivre ensemble, 1973), en la que la actriz se atrevió a ponerse también detrás de la cámara como directora y a firmar el guion. Es un drama romántico en el que encarna a una joven desprejuiciada con ideales revolucionarios que le cambia la vida a un profesor de Historia. Deciden vivir juntos e irse de vacaciones a Nueva York pero la noticia de que esperan un hijo hace tambalearse su relación. Pese a su escaso presupuesto respira mucha verdad y fue considerado uno de los filmes más interesantes de la Nouvelle Vague.

El soldadito (1963) fue otra de sus obras con Godard, y una de las más atrevidas, ya que abordaba un tema espinoso en su país como era el de la guerra de independencia de Argelia. Ambientada en el año 1958, se centra en un desertor del ejército francés que acaba convirtiéndose en agente secreto cuya misión consiste en asesinar a un líder de la resistencia argelina. El asunto levantó ampollas y estuvo prohibida durante más de dos años en Francia. Curiosamente, fue la primera colaboración entre ambos, pero no fue la primera en estrenarse y llegará a la Filmo el 10 y 11 de julio.

Dos clásicos literarios

En La religiosa (1966, días 22 y 30 de julio) trabajó a las órdenes de otro de los grandes realizadores franceses, Jacques Rivette, y era una versión de la novela de Diderot que ha sido llevada varias veces más a la pantalla. La acción transcurre en el siglo XVIII y se fija en una joven que es obligada por su familia a entrar en un convento. La madre superiora la convence para que tome los hábitos, pero deberá hacer frente a su sustituta, que impone una disciplina implacable y tiene la teoría de que está endemoniada. Su frágil personaje le valió múltiples premios y demostró que había vida más allá de Godard.

El último filme que se proyecta es otra rareza, L'illa del tresor (1985, días 25 y 31). Sí, se trata de una adaptación de la famosa novela de Robert Louis Stevenson, pero está dirigida por el chileno Raoul Ruiz que no acostumbra a hacer películas convencionales. Esta versión, en la que Karina era la madre del niño protagonista, era oscura, surrealista, transcurría en los años 80 y jugaba continuamente con la realidad y la ficción. Un experimento con vocación transgresora y muy alejado de lo que el público no informado esperaba.

Lucía Bosé y Antonioni

Por último, han querido recordar también a Lucía Bosé, la actriz italiana afincada en España que inicio su carrera cinematográfica en su país natal en los años 50, cuando empezaba a nacer el neorrealismo. Uno de sus primeros trabajos importantes fue a las órdenes de Michelangelo Antonioni, La señora sin camelias (1953, días 8 y 9 de julio. Es un retrato que cuestiona a la burguesía sobre una humilde dependienta que se convierte en actriz pero no acaba de triunfar y se casa con un famoso productor que es víctima de los celos, lo que la lleva a encontrarse en un callejón sin salida. Tres homenajes a tres grandes actores europeos a los que no podemos ni queremos olvidar.