GALARDÓN LITERARIO

Glòria Sabaté gana el premio Luján de novela histórica

Ambientada en 1910, 'El vel de la deessa' se centra en un grupo de mujeres francmasonas que luchan contra el rol que les impone la sociedad

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La filóloga Glòria Sabaté ha ganado este martes el premio Nèstor Luján de novela histórica 2020 que convoca Columna Edicions con la obra 'El vel de la deessa', que sitúa en el año 1910, después de la Semana Trágica y con unos personajes femeninos francmasones que luchan contra el rol que les impone la sociedad. Sabaté, especializada en literatura medieval y autora de 'La filla de Lilith', ha mostrado su satisfacción por la concesión de un premio. "Es un reconocimiento y un estímulo para mi creación literaria, un regalo que no me esperaba", dijo.

La editora de Columna, Glòria Gasch, ha explicado en rueda de prensa que el jurado ha valorado especialmente la relación que ha creado entre personajes ficticios, como la mujer protagonista, Mariona, y otras reales como Ángeles López de Ayala o Carme Karr, en una historia en la que todas "son carismáticas" y donde se abordan cuestiones como la masonería y el feminismo. 'El vel de la deessa' narra cómo un grupo de mujeres, encabezadas por la francmasona Ángeles López de Ayala, bajo el paraguas de la Sociedad Progresiva Femenina, se aferran a la educación como vía para luchar contra el rol que se les ha impuesto y cómo descubren una "peculiar" biblioteca que las pondrá sobre la pista de una reliquia oculta que podría llevarles a la libertad deseada.

Momento de cambio

Profesora de la Facultad de Filología y Comunicación de la Universitat de Barcelona, Sabaté ha precisado que le ha interesado reflejar, como en otras ocasiones, un momento histórico "que representa un cambio social, una revolución histórica, también espiritual e ideológica, y cómo las mujeres participaron en el mismo, porque normalmente su papel se ha silenciado". "Me interesaba mucho esa Barcelona que todavía se lame las heridas de la Semana Trágica y, al mismo tiempo, disfruta del modernismo", ha apuntado.

La autora no obvia que algunos de los personajes reales que aparecen en la obra, como la pintora Lluïsa Vidal, le han marcado, y ha dicho que desde nichos como la francmasonería, el espiritismo y la teosofía, "apostaban por la cultura y la educación como única vía posible para liberarse y crear una sociedad más justa". A su juicio, son movimientos que "dieron una vía a las mujeres para poder pasar de la esfera privada a la pública, e incluso a la constitución de un discurso feminista que estallará en movimientos posteriores".

Medievalista

"Yo soy medievalista –apuntó– y me pierde el vicio y las cosas que de alguna manera tocan con esta época, y existe un diálogo entre el modernismo con el imaginario medieval, lo que queda recogido en la novela, igual que los misterios que articulan la investigación que hacen algunos personajes". En este punto, y sin desvelar mucho, ha explicado que en la novela "hay una investigación que llevará a la resolución de un misterio que tiene que ver con el pasado medieval y por una de mis grandes pasiones, las bibliotecas y los libros".