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La locura maravillosa de abrir un cine en plena pandemia

El confinamiento impidió al nuevo cine madrileño Embajadores inaugurar en marzo, pero ahora abre sus puertas con una oferta plural y una mezcla "canalla" entre garito y sala de proyección

Miguel Ángel Pérez, en el nuevo cine Embajadores de Madrid

Miguel Ángel Pérez, en el nuevo cine Embajadores de Madrid / periodico

Beatriz Martínez

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Abrir un cine justo después de una pandemia puede parecer una locura, pero, como dice su impulsor, Miguel Ángel Pérez, citando la película de Damián Szifrón, "es tiempo de valientes".

El empresario se había centrado hasta el momento en la distribución independiente a través de Surtsey Films, fundada en el 2012 y dedicada al cine de autor más riguroso, con títulos en su catálogo que incluyen obras tan rupturistas y fundamentales como 'It Follows', de David Robert Mitchell, 'The Neon Demon', de Nicolas Winding Refn, 'Mandy', de Panos Cosmatos o 'Largo viaje hacia la noche', de Bi Gan.

Pero siempre había tenido un sueño rondando en la cabeza, poder abrir su propio cine. Ahora este deseo por fin se va a hacer realidad después de una larga lista de peripecias propia de las pequeñas-grandes odiseas.

Un acontecimiento

El Cine Embajadores iba a abrir sus puertas el pasado 28 de marzo, pero la pandemia obligó a parar las obras cuando quedaban 15 días para la inauguración, que iba a convertirse en un acontecimiento en la ciudad, ya que no se habían puesto en marcha nuevas salas de exhibición en varias décadas.

Pérez encontró el local que buscaba en una zona en expansión cultural, la de Embajadores, con La Casa Encendida, el Teatro Circo Price y el Museo Reina Sofía como ejes cardinales y con una rica oferta alternativa. El espacio correspondía a una antigua sucursal de La Caixa, 300 metros cuadrados con una estructura que le permitía albergar tres salas, una de 100 butacas y dos de 50. Después de años viendo cómo los antiguos cines de barrio se convertían en establecimientos de consumo, por una vez la cultura parece haber ganado la partida.

Fe en el proyecto

"Antes del confinamiento íbamos a hacer un prestreno por todo lo alto, ahora nos conformamos con ir adaptándonos a las medidas que estipule la nueva normalidad", cuenta el empresario. "Somos conscientes del reto que supone, pero creemos en el proyecto, en la necesidad de los cines a pie de calle que dinamicen el entorno urbano, que sean cómodos y estén a la altura de las expectativas de los espectadores".

Pérez no tiene miedo, piensa que es la única manera de escapar de la paranoia que ha supuesto esta pandemia. "En la distribuidora nos la jugábamos todos los meses con una película, eso sí daba vértigo. Con el cine tienes tanta oferta para proyectar que se abre todo un mundo de posibilidades".

Entre esas posibilidades, además de las películas en versión original, también se incluirán proyecciones infantiles, contenidos como ópera, ballet, documentales de arte y ciclos especiales. "Todo lo que den de sí nuestras tres salitas". Uno de los primeros estrenos, será de Surtsey Films, 'Todo pasa en Tel Aviv', una comedia sobre el conflicto árabe-israelí presentada en Venecia. También van a abrir una terraza para activar aún más el ambiente nocturno. "Una mezcla entre cine y garito, algo con un punto canalla".

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