EXPOSICIÓN EN BARCELONA

Nalini Malani, la feminista voz de los desposeídos

La Fundación Joan Miró abre sus puertas al arte político (y bello) de la polifacética artista india

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Mauricio Bernal

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Se suele escuchar o leer que todo el arte es político, o debería serlo, espectacular sandez que de ser cierta impediría apreciar el valor del arte verdaderamente comprometido, como el de Nalini Malani. Nacida en Karachi en 1946, cuando la ciudad no era la capital de Pakistán sino la ciudad portuaria occidental de la India colonizada por los británicos, Malani ha construido su arte –un edificio veterano con cinco décadas de trabajo a cuestas– en torno a la defensa de los silenciados y desposeídos, con especial atención a las mujeres. Es un arte de denuncia. Quizá por eso tiene sentido que reine una oscuridad dramática en todos los salones de la exposición que le dedica desde este viernes Fundación Joan Miró. Malani toca con su arte unas cuantas tragedias de nuestro tiempo. Toca –y moldea– la oscuridad.

Malani fue la ganadora del Premio Joan Miró del 2019 que conceden las fundaciones Miró y La Caixa

La artista galardonada con el más reciente Premio Joan Miró que otorgan las fundaciones Miró y La Caixa aterriza categóricamente en el museo de Montjuïc para compartir su arte con el público barcelonés. En el año del coronavirus, no puede ser sino una muestra marcada por la pandemia: la exposición debió inaugurarse el 19 de marzo, pero se interpuso el confinamiento. La propia Malani, que se encontraba en Barcelona ultimando los detalles, tuvo que adelantar su partida al ver que cerraban las fronteras. De rebote, su exposición es la primera que inaugura uno de los grandes museos de la ciudad tras el cierre obligado de todo. Ha esperado, confinada, durante tres meses.

Weil, Szymborska

Es política Malani y lo es su exposición desde el mismo título: 'No me oyes', acaso el epítome cuatrisílabo de los silenciados. Es política Malani: lo es al escoger la figura trágica de Casandra como eje de la muestra. Recuérdese: le había sido otorgado el don de la profecía, pero Apolo la maldijo y desde entonces nadie creyó en sus predicciones. Es política Malani al sembrar la muestra de citas de su literatura de referencia, y es político que sean siempre mujeres: por aquí Simone Weil, por aquí Wislawa Szymborska. Y, por supuesto, es político que la muestra empiece con una cita –una cita política– de la propia Malani: "Creo que hay que reemplazar desesperadamente al macho alfa por sociedades matriarcales si queremos que la sociedad sobreviva al siglo XXI". En palabras de la jefa de exposiciones de la fundación y comisaria de la muestra, Martina Millà, "es una exposición sobre la comunicación entre humanos". Millà trabajó codo a codo con Malani hasta su precipitada marcha.

"Es una exposición sobre la comunicación entre humanos", señaló la comisaria de la muestra, Martina Millà

Es político, en fin, que sus obras también reflexionen sobre el dolor de la partición: la que dividió la India cuando era apenas una niña. Malani es una mujer del tiempo y del mundo que le ha tocado vivir, y esta muestra lo refleja de diferentes maneras. 'No me oyes' respira cosmopolitismo sin renunciar a la tradición india, echa mano de la estética hindú a la vez que de la occidental, muestra la evolución de una mujer que ha pasado de los 16 mm y el blanco y negro (fue pionera del cine experimental en su país) a las animaciones de aliento contemporáneo que publica regularmente en su Instagram; instalación, pintura, vídeo, animación; cinco décadas de vida artística en una exposición que, por muy política que sea, jamás renuncia a la belleza. En arte van de la mano.

Vía nuevas tecnologías, Malani participó desde Ámsterdam en la presentación a la prensa que tuvo lugar este jueves en la Fundación Miró. Habló de George Floyd. Habló de capitalismo y democracia, de medio ambiente y de las enseñanzas de la pandemia. De machismo. Habló de las tragedias de nuestro tiempo. Pero siempre con esperanza.