El cine no es solo imagen

"Antes de nacer, solo ves oscuridad. El sonido es el primer sentido que se conecta", nos recuerda el diseñador de sonido y montador Walter Murch al comienzo de un documental fascinante, 'La magia del sonido en el cine', sobre exactamente lo que dice el título. Bueno, su magia y su historia y sus pioneros y revolucionarios. Tras verse en el festival de Sitges, la película de Midge Costin, antigua editora de sonido, se estrena mañana en Movistar CineDoc&Roll y el servicio bajo demanda de Movistar+.

Para Murch, el sonido es nuestra puerta a la conciencia y, bien usado en una película, deja más huella que la propia imagen. "Pero, al parecer, no somos conscientes de ello", dice. Algo en lo que está de acuerdo David Lynch, otro de los grandes entrevistados en el filme: "La gente habla sobre la imagen de una película. No habla tanto sobre el sonido". 

Breve e intensa historia

Lo que Costin ofrece es, en esencia, una apasionante clase de historia. Tras la invención del fonógrafo y el quinetoscopio, Edison presentó el kinetófono, invento que unía imagen y sonido, pero que fue un fracaso por la imposibilidad de sincronizar ambas partes. El sistema Vitaphone, basado en la grabación del sonido en discos, permitió sincronizar la música de 'Don Juan' (1926) y después incluso partes de diálogo en la revolucionaria 'El cantor de jazz' (1927).

Algunos sonidos no podían conseguirse con solo poner un micro en el rodaje, y apareció la figura del diseñador de sonido. Uno de los primeros fue Murray Spivack, quien creó los rugidos infernales de King Kong a partir de mezclar los de un león y un tigre a la mitad de velocidad; el del tigre, reproducido al revés. Más adelante, Ben Burtt grabó a otros animales (osos, leones, tejones) para dar forma al lenguaje de Chewbacca en 'La guerra de las galaxias'.

La influencia de Tomita

Entre los treinta y los sesenta, los estudios inundaban las películas de música, pero algunos directores supieron ver el potencial del efecto de sonido. Fue el caso de Hitchcock, Lean o, más adelante, Lucas, quien quedó fascinado por los experimentos con cinta de Murch y se lo recomendó a Coppola para 'Llueve sobre mi corazón'. Fue el comienzo de una gran colaboración. En el filme se recuerdan los originales efectos de 'El padrino' y el sonido envolvente de 'Apocalypse now', inspirado por la mezcla en 'surround' de la versión de Tomita de 'Los planetas'.

Antes, Barbra Streisand había insistido en llevar el estéreo a las salas para magnificar la música de 'Ha nacido una estrella', cuya edición y mezcla de sonido llevó hasta cuatro meses. Ir al cine a ver la película era casi como ir a un concierto.

En su recta final, 'La magia del sonido en el cine' nos invita a pensar en el sonido de un filme como en una orquesta dividida en tres secciones que dialogan entre sí: la voz, los efectos y la música. El director de orquesta es el mezclador de sonido, cuyo poco conocido trabajo se explica aquí a través del ejemplo de Anna Behlmer (mano derecha de J.J. Abrams) o Skip Livesay ('Roma'). Así da gusto ir a clase.