SITUACIÓN INSÓLITA

Trueba, en la programación de un Cannes que no se celebrará

Las películas escogidas lucirán la insignia de honor del festival a su paso por otros certámenes y cuando emprendan su carrera comercial

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Nando Salvà

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'El olvido que seremos', la nueva película de Fernando Trueba, ha sido incluida en la programación de la 73ª edición del Festival de Cine de Cannes, anunciada hoy en París por el director artístico del certamen, Thierry Frémaux; junto a ella figuran los nuevos trabajos de cineastas como Wes Anderson, François Ozon, Steve McQueen, Thomas Vinterberg y Naomi Kawase. Ninguna de esas presencias en la lista tiene por sí sola nada de raro; todos ellos son autores ilustres y por tanto idóneos para una muestra no menos ilustre. Lo insólito del anuncio es que ni esos cineastas ni sus trabajos participarán este año en Cannes, más que nada porque, a causa del coronavirus, Cannes no tendrá edición en el 2020. Su selección significa únicamente que lucirán la insignia de honor tanto a su paso por otros festivales posteriores como, llegado el momento, cuando emprendan su carrera comercial.

En la lista figuran los nuevos trabajos de Wes Anderson, François Ozon, Steve McQueen, Thomas Vinterberg y Naomi Kawase

'El olvido que seremos' habría supuesto la primera participación de Trueba en el certamen; en ella, el director madrileño adapta la novela homónima de Héctor Abad Faciolince, basada en la vida y la muerte de su propio padre y considerada una de las obras más emotivas de la literatura latinoamericana. Por su parte, la nueva película de Ozon, 'Été 85', observa la floreciente relación sentimental entre dos chicos adolescentes durante el transcurso de un verano, 'True Mothers' promete ser otro de los retratos intimistas y sentimentales con los que Kawase ha hecho carrera y, a través del díptico formado por 'Mangrove' y 'Lover's Rock', McQueen retrata a una comunidad india de Londres entre los años 60 y 80. Ninguno de los títulos anunciados hoy, en todo caso, ha despertado tantas expectativas en los últimos meses como lo nuevo de Wes Anderson, 'The French Dispatch', que Frémaux ha descrito hoy como "un homenaje al periodismo" y cuya proyección en la Croisette habría llenado la alfombra roja de estrellas como Tilda Swinton, Bill Murray, Timothée Chalamet, Lea Seydoux y Benicio del Toro.

Pandemia y galones

Que esas y otras películas -más de 50- hayan sido elegidas para participar en un festival que no va a celebrarse probablemente sea un sinsentido, pero no carece de explicación. De hecho tiene dos, y la primera, decíamos, es la pandemia de covid-19: cuando su propagación dejó claro que el certamen no podría ocupar su ubicación habitual en el calendario, en el mes de mayo, sus responsables inicialmente se plantearon posponerlo hasta finales de junio, pero la evolución de la crisis sanitaria los obligó a descartar la posibilidad de organizar un festival presencial. La segunda explicación, por supuesto, es la ansiosa necesidad que Cannes tiene de hacer valer sus galones, de marcar territorio como los gatos hacen con la orina, para impedir que su ausencia de la agenda de este año suponga una amenaza para su supremacía entre los festivales de cine. El anuncio de esta tarde es un aviso al resto de certámenes que sin duda se beneficiarán de esa ausencia: vayan adonde vayan estas películas a partir de ahora, todos sabrán que Cannes las vio primero.

Cannes marca territorio y evita que su ausencia en la agenda de este año amenace su supremacía entre los festivales de cine

Cada una de las obras anunciadas seguirá su propio camino hacia los cines. Las que puedan permitirse permanecer inéditas durante un año y no quieran renunciar a los niveles excepcionales de visibilidad que competir por la Palma de Oro otorga, probablemente acaben presentándose el año que viene en Cannes 2021 -el certamen ya les ha abierto la puerta a esa opción-; y los productores de algunas otras tal vez usen el sello de calidad aportado por Cannes para ir cerrando acuerdos internacionales de distribución comercial. La mayoría, en todo caso, seguramente se dejarán ver repartidas entre el pelotón de festivales que tienen previsto celebrarse a partir de septiembre, como el de Venecia (desde el día 2 de ese mes); el de Toronto (desde el 10); el de San Sebastián (desde el 18) y el de Nueva York (desde el 25), entre otros. Por el momento, los organizadores de todos ellos siguen decididos a abrir las puertas con normalidad, pero, ¿cuánto daño será el coronavirus capaz de hacerles entonces? ¿Qué medidas se tomarán para protegerse de él? ¿Qué actores, directores, productores e informadores tendrán la valentía de viajar a esos certámenes, en su mayoría en países devastados por la pandemia? Las respuestas no se harán esperar.