D'A FILM FESTIVAL

Jessica Hausner: "Vivimos como si fuéramos a vivir para siempre"

Hablamos con la directora de 'Lourdes', 'Amour fou' y 'Little Joe', homenajeada por el D'A con una retrospectiva

Entrevista Jessica Hausner

Entrevista Jessica Hausner / periodico

Juan Manuel Freire

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La directora austríaca Jessica Hausner se ha ganado una sólida reputación entre la cinefilia por su forma cerebral pero intensa de retorcer géneros, mitos y expectativas. En el D'A Film Festival se podrán descubrir todas sus películas largas, desde la primeriza pero fascinante 'Lovely Rita' hasta la más reciente, 'Little Joe', pasando por esa irreverente exploración del romanticismo decimonónico llamada 'Amour fou'. Exploramos con ella su interesante visión.  

Uno de los adjetivos que más se usa para describir su cine es 'cerebral'. ¿Usted lo usaría? ¿Se lo toma como un cumplido o como un agravio?

Mucha gente lo usa. ¡Debe haber algo de verdad! [risas]. Pero mis películas tampoco tienen una visión tan distanciada… Lo que pasa es que en ellas suelo hablar sobre la distancia, la distancia entre las personas, y quizá por eso se perciben como frías, aunque en realidad no lo sean tanto. Mis personajes ocultan muchas cosas; no suelen mostrar sus emociones verdaderas ni dicen lo que realmente piensan.

Muchos de ellos, como la Irene de 'Hotel' o la Henriette de 'Amour fou', parecen divididos internamente entre el rol que la sociedad les ha reservado y el que les gustaría tener.

A menudo están atascados en sus vidas, pero tampoco es que luchen tan activamente por cambiarlo; sus sentimientos ya han sido corrompidos. Mis personajes creen que quieren hacer lo que la sociedad espera de ellos. No es algo quizá demasiado excitante a nivel dramático, pero resulta muy habitual en la sociedad occidental. El enemigo está dentro del propio sistema.

O quizá de nosotros mismos, ¿verdad? Al final sus películas lidian, sobre todo, con el misterio y las contradicciones que rodean al hombre. La anterior vez que hablamos

Nuestros pensamientos son a menudo borrosos. En mis películas quiero ser fiel a eso y prefiero no sacar grandes conclusiones que las hagan más digeribles. Por eso una parte del público las encuentra irritantes, o es incapaz de entrar en ellas. No suele haber una gran conclusión final. Tratan sobre situaciones en las que no sabemos qué está bien y qué está mal. Eso es todo.

A veces no hay conclusión ni final al uso, como en 'Hotel'. Y su reciente 'Little Joe' [sobre una planta diseñada genéticamente para dar la felicidad a sus propietarios] acaba donde otras películas empezarían. Eso puede frustrar a una parte del público. La ambigüedad no tiene gran aceptación.

El público quiere que le entretengan. Cuando presenté 'Hotel', una película sin muchas respuestas, muchos espectadores se quejaron por el final. Pero he seguido haciendo historias borrosas. Tienes la sensación de que nada está evolucionando, de no saber hacia dónde va la trama, de qué trata todo esto… Aunque en mis últimas películas he tratado de añadir una segunda perspectiva fácil de seguir. Por ejemplo, en 'Little Joe' existe la trama convencional de una planta que podría estar exhalando un virus y los intentos por detener sus efectos. Al público más joven le encanta esa parte de la historia. Al mezclar diferentes niveles de lectura, puedes lograr que más gente se sienta atraída por tu cine.

Hay partes del argumento y el imaginario de 'Little Joe' que resultan imposibles de separar de la crisis del coronavirus. La película ha adquirido una capa extra de terror.

Es fácil encontrar paralelismos. En mi película, el virus es algo que puede existir o no. Me interesa mucho la ambigüedad de la ciencia. Parece algo muy exacto, pero si hablas un poco con científicos, enseguida descubrirás que en medicina o biología existen visiones contradictorias. Se puede ver también ahora, con el coronavirus: cada científico tiene una opinión, nada parece claro, pero todo el mundo ha de seguir las normas, y hay gente que ha perdido su trabajo a pesar de no haber estado ni remotamente en contacto con el virus. Me parece que el mayor paralelismo entre 'Little Joe' y esta crisis sería la multiplicidad de verdades.

Además de esa segunda perspectiva de la que hablado, hay otro elemento que, creo, hace sus películas accesibles: el humor minimalista.

El humor es mi herramienta para vivir una vida tranquila. Sé ver la tragedia y los aspectos trágicos de una situación, o un destino, pero también tiendo a ver los aspectos ridículos. En mis películas, dicho brevemente, el humor surge de lo demasiado en serio que nos tomamos a nosotros mismos. Todos tenemos grandes planes, ideas, propósitos, y vivimos como si fuéramos a vivir para siempre, y creemos tener siempre la razón. Pero si coges un poco de perspectiva, enseguida adviertes que somos una pequeña mota de polvo en el espacio. Solo somos una pequeña parte de una naturaleza que algún día podría devorarnos. [Y hace un ruido como de dinosaurio zampándose a una presa].

¿Diría que 'Little Joe' es, entre otras cosas, una crítica a nuestra obsesión con la Felicidad Absoluta? Seguro que alguien está tratando de crear esa planta que nos la pueda dar.

Hay algo que me irrita mucho y es esa obsesión por presentarnos a nosotros mismos como personas felices. Se ha convertido en algo muy viral. Si algo bueno ha salido de las últimas semanas, ha sido poder ver a los periodistas y los invitados de programas de televisión hablando desde casa, sin maquillar, despeinados. Me gusta que la gente salga en la tele sin optimizar.

"Solo somos una pequeña parte de una naturaleza que algún día podría devorarnos"

Hablemos un poco de cómo presenta usted sus películas. Le gusta limitar la paleta de colores, por ejemplo. ¿Con qué objetivo?

La idea siempre es crear un paisaje artificioso, colorido y con algo de cuento de hadas. Mis historias no se sitúan en un lugar o un tiempo específicos. Me gusta que sean fáciles de imaginar en distintos lugares y en distintos momentos. Cuando escribía 'Little Joe', pensé en hablar de la técnica de edición genética CRISPR/Cas9, pero al final creí que era mejor no hacerlo, o la película quedaría estancada en un momento específico del tiempo. Yo quería hacer una historia sobre el problema general de inventar algo nuevo: nunca sabes qué resultados tendrá. No debía importar tanto qué era, ni cuándo se creó, ni dónde.

Los colores clave de 'Little Joe' son el rojo de la planta y el verde menta de las batas de laboratorio. Es una combinación hipnótica.

Mi hermana, Tanja Hausner, se ha encargado del diseño de vestuario en todas mis películas. Juntas hemos desarrollado un estilo con base, sobre todo, en la elección de colores. Al principio creímos que el verde menta era un color demasiado de hospital, así que pensamos en un amarillo claro, o incluso un rosa claro. Pero el verde menta es más invisible en ese ambiente horticultural. Un amarillo o un rosa habrían dado más la nota. Pero nuestro verde, al final, es un poco más cálido que el verde de hospital. Es más como de empresa de jardinería.

Su trabajo con la cámara ha evolucionado con el paso del tiempo. En 'Lovely Rita' era bastante visceral, con mucho zoom brusco. Más adelante cultivó a conciencia la planimetría y el plano fijo. En 'Little Joe' juega con el movimiento, pero la dirección sigue siendo controlada. ¿Cómo observa esta evolución?

Siempre he tratado de buscar el lenguaje visual y la estética más apropiados para cada historia. A lo largo del tiempo, he utilizado y reutilizado algunos elementos, como el zoom o el plano fijo. También el tiempo real. Cuando diseño un 'storyboard', siempre tengo en cuenta el tiempo que pasa cada personaje dentro del plano, y quién está fuera de campo. Si lo que se dice está dentro del plano o fuera de él. Diseño esto cuidadosamente porque me gusta crear historias con eslabones perdidos, como puzles con piezas que faltan y no aparecen por ninguna parte. La idea básica siempre es la misma: todo es borroso, siempre nos perdemos algo, uno más uno no son dos… Alguien ha perdido la pieza final del puzle.

Suele tomarse mucho tiempo entre proyectos. ¿Está aprovechando la crisis para adelantar con algún nuevo guion?

Debería estar viajando con 'Little Joe', pero como no puedo, estoy escribiendo un guion. Se llama 'Club zero' y trata sobre un grupo de gente que forma un club de nutrición. Están obsesionados con la comida y las conductas y los trastornos alimenticios. ¡Es todo lo que puedo decir!