CRÍTICA DE CINE

'Ex Libris', de Frederick Wiseman: la casa de las ideas

Es una obra política sin necesidad de proclamar tesis, como casi siempre en Frederick Wiseman. Es un retrato de una biblioteca, de una ciudad, de unas ideas y de un país

Fotograma de 'Ex Libris', de Frederick Wiseman

Fotograma de 'Ex Libris', de Frederick Wiseman

Quim Casas

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Quedarse con la idea de que 'Ex Libris' es solo un (excelente) retrato de la Biblioteca Pública de Nueva York sería reducir considerablemente el verdadero alcance del filme. Porque el penúltimo documental de Frederick Wiseman –un año después de este, en el 2018, realizó 'Monrovia, Indiana', centrado en una comunidad agrícola del medio oeste estadounidense– es tan o más político que otros de sus trabajos.

Wiseman, como ya hizo en el retrato monumental de otra institución artística y cultural, 'National Gallery' (2014), sobre el museo londinense, utiliza el foco de su interés, es decir, el funcionamiento interno de la biblioteca,  para ofrecer una mirada contundente sobre los Estados Unidos actuales.

El director comprendió al realizar su película que una biblioteca no es simplemente un lugar para almacenar, preservar y consultar libros, sino un pozo sin fondo de actividades que se oponen a la degradación de la cultura a la que está sometido el país bajo el mandato de Trump.

No es de extrañar que por las imágenes del filme desfilen músicos conocidos como Elvis Costello y Patti Smith, ni que veamos charlas y debates, así como aspectos más cotidianos y didácticos del día a día en una biblioteca o un análisis de su arquitectura. Es una obra política sin necesidad de proclamar tesis, como casi siempre en Wiseman. Es un retrato de una biblioteca, de una ciudad, de unas ideas y de un país.