CULTURA DE CUARENTENA

Alfonso Vilallonga monta un cabaret vecinal en su balcón

El músico estrena 'Je t'attends', canción de Charles Aznavour y Gilbert Bécaud, con imágenes grabadas en su patio de vecinos

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Después de dedicar un par de jocosas canciones al ‘procés’, el nuevo orden de la realidad se impone: ¿qué puede superar al covid-19 como motor de angustias y zozobras? Y suspirando por aquello que tuvimos y por lo que deseamos que vuelva a ser, Alfonso Vilallonga ha estrenado una canción, ‘Je t’attends’, con su vídeo grabado en el balcón de su casa, que brinda un canto a la brisa de la primavera, a las risas, el baile y a la alegría de vivir.

"'Je t’attends’, yo te espero, porque estamos desesperados, ¿no? Esperando que todo esto se levante y poder ver a los amigos, y que todo esto pase", cuenta Vilallonga desde su domicilio en Vallcarca. La canción no es suya, sino un original de 1963 de Charles Aznavour (letra) y Gilbert Bécaud (música) que representa el avance de su nuevo disco, ‘Hors de saison’ ('Fuera de temporada'), ya grabado (y masterizado en Abbey Road), pero que no sabe cuándo podrá ver la luz. Un simpático número de swing en francés para introducir un rayo de luz en nuestras decaídas existencias. "Me ha parecido una canción muy indicada, dado que ahora mismo estamos todos esperando ver qué pasa".

Vecinos y familiares

El vídeo es un ejemplo de cómo aplicar el ingenio a circunstancias ingratas: Vilallonga, marcándose pasos de baile en el balcón y contagiando el ritmo a sus campechanas vecinas. Todo verídico, y hecho en familia: también asoman, desde sus confinamientos respectivos, su hija Dalila, que vive en Altafulla con su madre, y sus dos sobrinos gemelos, Matías y Félix, y del montaje se ha encargado su hermana Elena, "que es traductora, pero hace vídeos a tiempo parcial, y muy bien por cierto". Todo fue "muy espontáneo", asegura. "Tuve la suerte de que el vecino de al lado tiene una cámara buena, con trípode y todo, y hablándolo se nos ocurrió improvisar esto".

Gracias al fatídico coronavirus, Vilallonga ha tenido ocasión de estrechar lazos con un vecindario con el que no siempre ha ido a una. "En esta manzana, cuando hacen caceroladas, yo soy un poco el garbanzo negro. El otro día, cuando hubo aquella contra el Rey, yo salí con un megáfono que tengo y grité: ‘I el Torra, què?’", rememora. El vídeo, desliza, le ha ayudado a que le vean con mejores ojos. "Me los he ganado", presiente. "Al terminar la grabación aplaudieron todos, incluso los de las ‘estelades’. La música está por encima de todo". Su propósito final con ‘Je t’attends’ es "dar un poco de alegría y de expresión, porque estos días te subes por las paredes". Él en particular, que se ha quedado solo en casa. "Estoy bien, yo ya estoy bastante confinado normalmente, pero sí que echo de menos algún ‘revolconcillo’ con mi novia, confinada en su casa".

Afrancesado de corazón

Esta es una de las tres canciones ajenas que contendrá el álbum ‘Hors de saison’, junto con la clásica ‘Et maintenant’ (Bécaud) y ese hito más moderno llamado ‘Jardin d’hiver’, con el que Benjamin Biolay y Keren Ann reflotaron hace 20 años la carrera de Henri Salvador. Las otras piezas son suyas. Casi todas en francés: ahora que parece vislumbrarse un nuevo orden mundial decantado hacia oriente, ¿se aferra Vilallonga al ‘ancien régime’? "Yo siempre he sido muy afrancesado", concede el autor de 'Toutes les choses'. "Pero pienso que el francés es una lengua que gusta a todo el mundo, incluso a quien no la entienda". De momento. "Igual el próximo disco lo hago en chino. ¡Cabaret chino!".

Está también ocupado en la banda sonora de la nueva película de Isabel Coixet, ‘Nieva en Benidorm’, a estrenar en otoño, un filme que nos regalará su debut como actor. "Hago de maestro de ceremonias en un espectáculo porno de Benidorm", revela. "Con varias frases, ¿eh?". Y observa con filosofía las oscuras nubes que se aproximan poco a poco a su agenda de conciertos: la teórica presentación del disco en Luz de Gas, el 25 de mayo, los dos recitales en Peralada... "Pero el músico ya vive preocupado de normal, y ya no sabes si vamos a ir de Guatemala a Guatepeor".

El ser humano no cambiará después de esto por arte de magia, sospecha, pero sí confía en que "nos ocupemos de lo que tenemos que ocuparnos", desde "la salud y el planeta" a "ver a los amigos y las cosas sencillas de las que ahora estamos privados". El virus, como "castigo a la humanidad por dar importancia a cosas irrelevantes". Pero Alfonso Vilallonga se define como "bastante optimista en general", y apela a sabias citas para refrendarlo. "Como decía mi abuelo, las cosas se arreglan. Mal, pero se arreglan".