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Cómo se va creando y se ensaya un musical durante el confinamiento

marc chornet

marc chornet / periodico

Eduardo de Vicente

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Aunque pueda parecerlo, la actividad artística no cesa durante estos días. La gente del teatro sigue trabajando preparando nuevos montajes aunque los ensayos y la manera de seguir adelante es muy distinta. Esta semana nos hemos acercado a una de esas compañías que continúan en marcha pese a los inconvenientes. Están preparando Antiòpera de les oblidades, una pieza de creación que pretende reinventar el clásico La òpera de tres rals de Bertolt Brecht y Kurt Weill. La obra nació en la Alemania de entreguerras, en 1928, y es un canto a la mediocridad humana que conlleva inevitablemente la crisis económica y de valores que caracteriza ese periodo…  y el actual.

Su intención es hacerla más contemporánea aludiendo a elementos que podemos leer cada día en el diario: banqueros que roban, políticos corruptos, desahucios, okupas, carteristas, manteros, un paisaje con muchas similitudes con el original. Esta reescritura pretende también una actualización musical, aproximándose a géneros urbanos como la música electrónica, el trap o el hiphop, una operación en una línea parecida a la de Hamilton, el musical de moda.

Se trata de un encargo de Daniel Anglés (productor artístico), con el equipo de <em>Fins als... Nadals,</em> montaje que se estrenó estas Navidades en el Condal con alumnos de la escuela Aules. De la dramaturgia y la dirección escénica se ocupa Marc Chornet; Gerard Marsal y Neus Pàmies firman la música y la dirección musical y el reparto está integrado por los jóvenes Alexandre Ars, Àngels Cervelló, Ferran Enfedaque, Laura Font, Clara Giralt, Laia Leal, Elisabet Paulet, Silvia Puertas y Javi Vélez. Su estreno está previsto en septiembre en el Escenari Joan Brossa. El equipo nos cuenta cómo está siendo la experiencia.

MARC CHORNET (director y dramaturgo)

-Los primeros pasos. “Nos habíamos planteado el periodo entre febrero y marzo como una especie de work in progress que nos servía para ir introduciendo piezas, ver cómo trabajaban los intérpretes e ir modificando el proceso de creación a partir de los inputs Los ensayos eran, mayoritariamente, musicales y habíamos hecho alguna improvisación. La energía de trabajo, la entrega de los intérpretes, era buenísima…”

-Adaptándose a la nueva situación. “Este proceso se quebró muy de repente. Cuando clausuraron las escuelas, pensábamos que podríamos seguir los ensayos en algún espacio de ensayo. Muy pronto vimos que no, que por responsabilidad teníamos que cambiar la dinámica y luego llegó el confinamiento. Después de algunos días, que para todos han sido de adaptación, hemos empezado a reiniciar el proceso de creación. Ahora a distancia. Yo me he podido concentrar en la escritura en espera de reemprender ensayos cuando todo acabe”.

-Componer y compartir. “La parte más pesada ha sido seguir con la composición. En la sala de ensayo, el trabajo es más directo: una melodía, un piano, unos intérpretes que la trabajan y todo empieza a fluir. Después, se concreta la pieza según las necesidades: se producen las bases, se concreta una partitura si la pieza tiene varias voces, se graba ... Ahora Neus y Gerard están trabajando a distancia, enviando y compartiendo materiales. Con el fin de hacérselos llegar a los intérpretes, deben hacer doble o triple trabajo y algo de preproducción de bases electrónicas. Neus canta todas las voces de las piezas y también escriben las partituras. Todo ello, para que cuando lleguen los materiales a los intérpretes, tengan una referencia lo más fiable posible”.

-La experiencia personal. “Por mi parte, el confinamiento me ha ofrecido la posibilidad de trabajar de una manera diferente a la que estoy acostumbrado. Tiendo a provocar que todo vaya surgiendo en la sala de ensayo. Esto me ha obligado a repensarme como creador escénico, conocer otra faceta de mí mismo que quizás rehuía. Aprenderemos a volver a la libreta, a la reflexión... Creo que de esto solo pueden salir cosas buenas”.

NEUS PÀMIES (música y dirección musical)

-Un ritmo distinto. “Dentro de las vidas llenas de compromisos, ensayos y reuniones que llevábamos, esta parada obligada nos ha ofrecido tiempo y calma para afrontar este proyecto. Mantenernos creativos durante el confinamiento está siendo básico para llevarlo con tranquilidad. Componiendo las melodías, grabando en casa, pasarlas a Gerard (el otro compositor) para que las escuche, opine, añada, modifique. Generar el material con los alumnos que finalmente lo reciben a través de una carpeta compartida en Drive y nos hacen notas de audio con las dudas de si esta voz debe sonar así o no. Estar todos conectados a pesar de la distancia está siendo una experiencia bastante bonita. Lo único que estamos echando de menos es el ensayo en directo, el feedback con los alumnos, ver si esa melodía que hemos pensado para aquella persona suena como imaginábamos o no... Esta vez, este trabajo deberá llegar más adelante”.

GERARD MARSAL (músico y compositor)

-El día a día: "El amanecer me ha encontrado calentando café y preparando el desayuno de la niña. Ayer trabajé hasta tarde en el estudio para aprovechar las horas en que todo duerme todo en casa, excepto el reloj de pared y el cuco que ya canta. Hoy lloverá, y es que mientras estamos todos en casa la primavera ha llegado y este año está sorprendida de todo este silencio”.

-Días en familia. “El confinamiento está siendo un buen momento personal y creativo para mí. Ya tenía el estudio en casa y la casa en la montaña. Y trabajaba de noche porque el día procuro pasarlo con Patri, mi pareja, y nuestra hija, Saia, que tiene dos años. Ella no ve nada diferente a antes del confinamiento. Su vida social hasta ahora somos nosotros, las muñecas y las hormigas”.

-Mantenerse juntos. “Yo sí que lo noto. No tanto por la parte creativa más íntima, que es solitaria y la suelo pasar en el estudio, sino por los ensayos con el resto de compañeros. Allí es donde las ideas mejoran o se descartan, se infectan del otro, de su creatividad y punto de vista y es entonces cuando la propuesta puede crecer. Cuando solo se queda en mí siento que se marchita. Esto sí que lo echo de menos. Gracias a la tecnología podemos hacer vídeo llamadas para acercarnos todo lo que podemos, mirarnos a los ojos cuando hablamos o reírnos con desfase, aunque a veces la comunicación se corta por alguna razón”.

ÀNGELS CERVELLÓ (actriz y cantante)

-Seguir viviendo en la incertidumbre. “¿Qué pasa cuando la sala de ensayo es tu casa? ¿Qué pasa cuando trabajas en una obra y, de repente, llega un coronavirus y lo para todo? ¿Qué pasa cuando no sabes que pasará mañana? ¿o dentro de unos días? porque ahora los días, resultan ser más inciertos que nunca. Pero, ¿qué supone esto para nosotros? Los artistas siempre hemos vivido con incertidumbre lo que vendrá, de hecho, nos hemos ido haciendo una especie de coraza para saber vivir en circunstancias excepcionales. Nuestra profesión es así, no sabes donde estarás mañana, por tanto, no me resulta tan extraña esta nueva forma de trabajo”.

-Buscando la magia. “Vamos recibiendo el material del proyecto vía mail y, a partir de ahí, me organizo el tiempo según una rutina durante la semana. Para cualquier comunicación, duda o aclaración, disponemos de las muchas herramientas virtuales que hoy en día tenemos. Sin embargo, he de reconocer que me falta algo, aquella magia que se crea durante el proceso de creación y ensayos entre el equipo que formamos o también lo que compartimos entre todos en un mismo espacio físico mientras miramos a los ojos de la otra persona”.

LAIA LEAL (actriz y cantante)

-Apenas… “Apenas estábamos creando cuando este virus se cruzó en nuestras vidas. Apenas empezábamos a poner música a este proyecto tan especial con el que nos estamos descubriendo. Apenas hace veinte días de esta pesadilla. Apenas me duermo para tratar de despertar. La actividad generada en las redes estos días es frenética. Se respira arte, compasión, humanidad y conocimiento en medio de un espacio-tiempo etéreo y abstracto que a menudo ahoga, porque también se mueven cifras y muchos intereses”.

-Un nuevo reto. “Ahora que ya he podido reflexionar un poco en estas circunstancias y gestionar muchas de las emociones que han aflorado, he podido observar lo alentador que resulta redescubrir la era 2.0 como herramienta de comunicación desesperada. Porque sí, somos sociales por naturaleza y nos necesitamos más que nunca (o tal vez como nunca). La escuela de artes escénicas donde estudio nos anima a aprovechar la ocasión para contagiarnos de nuevos retos y aprendizajes mediante cápsulas audiovisuales y clases online que ellos mismos ofrecen. Nos está llegando material en relación a esta aventura en la que apenas nos estábamos sumergiendo. Todo ello resulta difícil, no lo negaré. A menudo vienen ganas de desfallecer y quedarse en la cama para no tener que afrontar lo que nos llega”.

-Un canto de esperanza. “Pero entonces te pones a cantar uno de los temas del musical y te imaginas formando parte del corazón, del grupo, de la pequeña familia que subirá contigo en el escenario y sabes que cuando todo esto termine, la vida será más intensa, más real. La esperanza la dejo en manos del futuro, de la reflexión, de un nuevo comienzo más generoso en el que aprendamos a agradecer. Y yo agradezco al arte su poder”.

CLARA GIRALT (actriz y cantante)

-El trabajo como remedio. “La sensación es que estamos en una situación extraña. Pero no creo que sea solo personal, es una sensación muy generalizada. En mi caso, el material que nos pasan (que podríamos llamar "ensayos") me está sirviendo para tener algo que, aparte de mantenerme ocupada, me ate también a la realidad. Es decir, el hecho de estar confinada en casa me ha creado una burbuja que me separa del exterior, y este proceso de creación no sólo me mantiene ligada a este “mundo exterior", sino que también me permite pensar en el futuro, lo que teniendo en cuenta la situación, agradezco”.

-Acostumbrados a las tecnologías. “El método de ensayo telemático no me parece lo más extraño, estamos bastante acostumbrados y normalmente lo utilizamos para complementar los ensayos. Sí que es verdad que en el momento que nos volvamos a juntar todos creo que necesitaremos un momento para ubicarnos, ya que no es lo mismo ensayar solo en casa que con toda la compañía. Estos ensayos se basan en una habitación, un portátil con todo el material que nos envían, un piano (o en mi caso el móvil, ya que no tengo el piano conmigo) y tiempo, para poder aprenderme el material desde cero y sin que nadie me la enseñe más que con partituras y demos. Es el momento donde compruebas tu autonomía y tus recursos. Pero ser más autónomo no significa estar solo, ya que las vías de comunicación tanto con los directores como con los compañeros siempre están abiertas. Estamos demostrando que nos podemos adaptar y que no hay que parar un proceso de creación a pesar de esta situación”.