LOS EFECTOS DE LAS CANCELACIONES

El Grec se prolongará para acoger producciones locales aplazadas por el coronavirus

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Toni Sust

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El Ayuntamiento de Barcelona impulsa un paquete de una decena de medidas destinadas a intentar salvar los restos del naufragio absoluto de la cultura causado por el confinamiento y paliar un resacón que se prevé largo en el sector tras el fin incierto de la crisis vírica.

El consistorio es la primera administración que mueve ficha específicamente para apoyar a un industria, la cultural, ahora mismo y por tiempo indefinido noqueada. Y lo hace un día después de que la alcaldesa, Ada Colau, ya advirtiera el martes de que el coronavirus podría causar estragos en el mundo cultural, especialmente a las estructuras empresariales más frágiles, a las compañías más pequeñas. "El sector cultural es clave, esencial", ha subrayado la alcaldesa, que ha recordado de nuevo la crisis económica de hace más de una década y cómo penalizó al mundo de la cultura.

En una nueva comparecencia desde su casa, Colau ha anunciado este miércoles las medidas, una decena, que ha detallado el teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, y entre las que destaca la de que el Grec de este año se prolongará hasta el mes de agosto con el fin de ganar tiempo para acoger y sumar a la programación ordinaria producciones hechas en Barcelona o en el resto de Catalunya que hayan sido canceladas a partir del 15 de marzo y hasta el 30 de abril o en fechas posteriores si se mantiene la crisis sanitaria. 

Ayudas económicas

Otra de las medidas es de carácter económico, con una cantidad de entrada no muy elevada pero que no será mal recibida porque por ahora nadie más ha hablado de darle un euro a los responsables de espectáculos que nadie puede ir a ver. El consistorio abre una convocatoria extraordinaria de subvenciones por un valor de un millón de euros especialmente dirigidas a los que están en una situación más precaria: teatros de proximidad, espcios de creación, cooperativas culturales y otras entidades del sector

Además, espectáculos de danza callejera y en teatros de la Quinzena Metropolitana, aplazados por la crisis sanitaria, se programarán en julio en el marco de distintos festivales. El ayuntamiento también abonará a las compañías parte del pago por espectáculos que han tenido que ser cancelados, como el de la propia Quinzena Metropolitana.

Un millón para las bibliotecas

El ayuntamiento también anuncia un millón para las bibliotecas con el fin de incrementen su fondo. El dinero irá a librerías y distribuidoras. A falta de concretar cuándo se celebrará Sant Jordi, el consistorio se compromete a prestar todo su apoyo a la celebración, con la preceptiva pacificación de las calles y los permisos necesarios. Colau ha dado por hecho que la cita se acercará al verano, como avanzaba el martes la Cambra del Llibre.

El Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) ha abierto un espacio de coordinación con los responsables de eventos e infraestructuras culturales para reorganizar el calendario previsto antes de que empezara el confinamiento y con el fin de debatir reprogramaciones. De entrada, se ha decidido prolongar el Districte Cultural para dar cabida a producciones que se hayan cancelado.

En el frente de las tasas y tributos, se incrementarán los fondos destinados a subvenciones por el pago del IBI por pate d entidades culturales abiertas al público, como teatros, cines, espacios de creación, librerías y entidades culturales. Y se crearán subvenciones para financiar el 100% de las tasas por rodajes audiovisuales que tengan lugar en Barcelona hasta el 31 de diciembre de este año. Por último, el consistorio mantendrá los contratos con empresas culturales para asegurar que no se ven obligados a despedir a nadie por carecer de esos encargos.

Peticiones a Estado y Generalitat

El ayuntamiento insta al Gobierno central a que destine 25 millones de euros de su acuerdo de bicapitalidad cultural  a paliar el déficit de las cancelaciones y hacer aportaciones extraordinarias al sector y le reclama que reduzca el IVA cultural al 0% hasta final de año como mínimo. A la Generalitat, el consistorio le pide un espacio de coordinación para compartir medidas así como una línea de microcréditos de hasta 20.000 euros del Institut Català de Finances a interés bajo o nulo.