AGENDA MUSICAL DINAMITADA

El coronavirus deja a Catalunya sin música en directo

Se suspenden o aplazan todos los conciertos en el Palau, el Auditori, Razzmatazz, Barts, Apolo, Luz de Gas y Salamandra, así como los del Festival de Jazz de Terrassa y el Blues & Ritmes de Badalona

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Jordi Bianciotto

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El anuncio del Govern de suspender durante 15 días las concentraciones superiores a 1.000 personas ha dejado al sector de la música en directo “en estado de ‘shock’”, indica Carmen Zapata, gerente de la ASACC (Asociación de Salas de Concierto de Catalunya), que lamenta la “precipitación de los acontecimientos” y que los agentes se hayan enterado de la medida sin apenas margen para reorganizar sus programaciones, “de un día para otro”. A partir de este jueves, y hasta el día 27, la oferta de conciertos cae en picado en Catalunya y solo se mantiene en pie, y temblando, una muy limitada parcela de actuaciones de pequeño formato.

Se cancelan las actuaciones previstas estas semanas en las salas Razzmatazz, Barts, Apolo, Luz de Gas y Salamandra, así como el Auditori y el Palau, forzando así a buscar nuevas fechas a artistas como 31 Fam (que este jueves iba a abrir el Curtcircuit), Gertrudis, Salmo (rapero italiano confinado en su país, informa Doctor Music), The Mission, Barón Rojo, Rulo y la Contrabanda, Second, Tarja, Anatema, Da Souza, La Sra. Tomasa, La Habitación Roja (uno de los reclamos del herido Let’s Festival) o Ferran Palau. Quedan fulminadas las nuevas ediciones del Festival de Jazz de Terrassa (aplazada) y del Blues & Ritmes, de Badalona, así como casi todo el programa que tenía por delante el Black Music Festival, en Girona y Salt. El Guitar BCN está reubicando todos sus conciertos de estos días, como el de India Martínez (Auditori del Fòrum), que ya tiene nueva fecha, el 17 de mayo, y el Cruïlla de Primavera busca acomodo para la actuación de Sopa de Cabra prevista para este sábado en el Poble Espanyol.

Aforos reducidos a un tercio

El terremoto afecta en primer término a las salas y espectáculos que iban a congregar a más de un millar de asistentes, pero a la vez sacude con severidad la franja inferior de convocatoria. Ahí, salas, promotores y artistas deben decidir en cada caso si les conviene o sale a cuenta afrontar un concierto reducido a un tercio de su aforo. Jamboree y Los Tarantos han procedido a cancelar el conjunto de su programación, mientras que en Wolf mantienen sus conciertos, como el de Javier Corcobado, este sábado. La sala, con capacidad para unos 500 espectadores, se aviene así a limitar la capacidad a unos 170. “Javier quiere venir y nosotros queremos que venga”, deja claro su programadora, Raquel Calvo.

En circunstancias parecidas, la sala Vivaldi ha mantenido en cartel, después de anunciarse las medidas, a Cánovas, Adolfo y Guzmán (concierto accidentado: iba a celebrarse el pasado octubre y fue aplazado por los disturbios en las calles de Barcelona), si bien por incidencias internas del grupo, la actuación de este jueves correrá a cargo de Adolfo Rodríguez en solitario, interpretando piezas de esta formación y de sus tiempos con Los Íberos. Por su parte, Bikini suspende el concierto de Walls (este viernes) pero no, por ahora, el de Phil X and the Drills (día 18), y Sidecar cancela a Víctor Coyote (este jueves) y deja en el aire otras actuaciones. El festival Barnasants aplaza el bolo de El Niño de la Hipoteca (programado para este sábado en el Casinet d’Hostafrancs) mientras que este viernes, en un Auditori Barradas con capacidad reducida, no podrá estar el mexicano León López Teixeiro (que no ha salido de su país por prescripción médica) pero sí su paisano El Mastuerzo. Sigue vivo el homenaje a Guillermina Motta, ‘Una bruixa com nosaltres’, del domingo en el teatro Joventut.

Más diálogo

El sector ha acogido las medidas con contrariedad, reprochando a la Administración, apunta Carmen Zapata, que no haya habido “una conversación previa” con los agentes implicados. “Esperábamos tener algunos días para reaccionar”, observa la gerente de la asociación de salas, que habla de “cierre preventivo de la cultura, el sector que siempre sufre antes que nadie” y hace notar que “no haya restricciones en otros ámbitos donde se concentra mucha gente, como las grandes superficies comerciales”.

Para Tito Ramoneda, codirector de la promotora The Project, se trata de “un misil en la línea de flotación de un sector que es muy sensible a cualquier cosa que ocurra en el entorno”, y advierte de que los efectos no se producirán solo en los próximos quince días, sino a más largo plazo, con “una recesión general en la venta de entradas”. Pero entrar ahora en valoraciones sobre el impacto económico “es imposible”.

Durante los 15 días que comprende la limitación de aforos no hay programado ningún macroconcierto, pero no están lejos las citas en el Palau Sant Jordi con Maluma (28 de marzo), Bon Iver (17 de abril), Chayanne (18), Nick Cave and the Bad Seeds (26) y Dua Lipa (28). Y luego, nos vamos a la temporada de festivales de verano. “Pero no podemos especular con el futuro”, indica Tito Ramoneda. “Necesitamos más datos. La esperanza es que el problema vaya a menos, tanto por el público como por todos los trabajadores del sector”.