ENTREVISTA

Najwa Nimri: "Creer en el bien y el mal es infantil, pero no lo puedo evitar"

La cantante y actriz reactiva su carrera musical con 'Viene de largo', álbum que presenta este viernes en Razzmatazz

Najwa Nimri, en una imagen promocional

Najwa Nimri, en una imagen promocional / periodico

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Najwa Nimri habla a gran velocidad, a juego con aceleración que parece sufrir su vida en torno a su agenda televisiva ('Vis a vis', 'La casa de papel'...). Pero ha encontrado el tiempo para completar un álbum, ‘Viene de largo’, el primero en seis años, y de montar algunos conciertos presentados como embriones de la gira que espera poder realizar en el 2021. Uno de ellos, el de este viernes en Razzmatazz.

El Guincho aparece como productor de un único tema, ‘Lento’, el primer sencillo. ¿Por qué solo ahí?

Me metí a trabajar con él justo antes de que empezaran a salir las nominaciones por su disco con Rosalía y se prendiera la gran mecha americana, y a partir de ahí ya fue un no parar. Ellos tenían un volumen de trabajo enorme, como el que yo tenía en la televisión. No pudimos seguir por eso. Con El Guincho hice ese primer ‘track’ y me quedé flipada con sus capacidades: trabaja a 2.000 por hora y tiene un control de la armonía y la rítmica, tropical y maravillosa, como un fuego. Luego el disco lo acabé haciendo con Josh Tampico. que ha estado haciendo de jefe de sonido con Red Hot Chili Peppers y con un montón de gente. El disco es la versión reducida de algo que comencé hace mucho tiempo. Las letras eran mucho más extensas.

Un disco de cocción lenta.

Sí, la televisión me ha absorbido hasta niveles insospechados y he tenido tiempo de pasar las letras por cuatro tipos de producción diferentes. Luego, querían sacar el disco ‘single’ a ‘single’, y ahí dije que no, que sacábamos ahora una primera remesa de canciones, de por lo menos media hora. Hay más temas, pero quería un grupo de canciones que encajara para lanzar ya.

El disco transmite sensaciones inquietantes; tiene un halo siniestro.

Yo lo veo como un escudo. Mis álbumes hablan siempre un poco de lo mismo, que tiene que ver con una manera un poco ingenua e infantil de ver la vida: como si hubiera una batalla entre buenos y malos, y estuviéramos enfrentados en una guerra permanente. Es infantil pensar eso, creer en el bien y el mal como base, pero es algo que no puedo evitar. A la vez, lo veo desde fuera y me digo: “vale, aquí estoy, es lo que hay”. No se culpa a nadie, pero hay una crítica permanente a cómo nos enfrentamos en el día a día.

La selva de la vida.

Sí, eso es, la tierra es redonda y pobrecitos todos, básicamente.

¿En el video de ‘Lento’ quiso hacer algún guiño a ‘La naranja mecánica’?

Uf, me encantaría, nada me podría gustar más, aunque yo lo veo más Cronenberg. Queríamos un video cinematográfico, aun sabiendo que esos costes no se pueden permitir en cada ‘track’.

Desde su primer disco, ‘No blood’, se ha movido en la música electrónica, con ‘beats’ minimalistas, cadencias trip-hop... Aquí hay algún trazo latino: ‘No tengo miedo a llorar’. ¿El signo de los tiempos?

Tuve mis dudas, pero disponía de unas letras habladas sobre unas bases de techno que eran demasiado coñazo y yo daba demasiado la chapa. Lo fui modificando entendiendo el lenguaje de ahora. Venía de hacer un ‘show’ con Carlos Jean en el que me había metido en el trap, pero notaba que derivaba hacia el trip-hop, hacia algo noventero, un código que tenía que ver con otros años. Decidí entrar en lo latino, en todo ese idioma nuevo, sin tener que menear el culo necesariamente. Descubrí el ‘tumbao’, desde los pianos de El Guincho, un lugar donde se te permite tener 48 años y explorar lo latino desde un lugar más elegante, y vi que ahí había un camino.

Parece que su nueva música sigue alimentando una imagen de usted muy definida, entre distante y ‘cool’. En la promoción del disco y de los conciertos se la presenta como una artista “única, inconformista, transgresora, incómoda, arriesgada, descarada, impactante...”.

¡Menos mal que no he leído eso, madre de Dios! ¿Dónde lo pone? Qué vergüenza, no me hago cargo... ¿Cómo dice, ”inconformista, incómoda...”? Eso es un insulto incluso. No tengo ni idea de cómo me venden. Lo siento en el alma.

Le chirría.

Pues a cualquiera con dos dedos de frente, supongo, ¿no? De estas cosas no me ocupo nada, quizá debería hacerlo. Quizá es algo escrito para gente que no te conoce de nada, quizá de fuera de España, para Latinoamérica.

¿Cómo será el ‘show’ de Razzmatazz?

Será como una sesión; máquina, voz y tal vez alguna sorpresa. En Madrid y Barcelona hacemos estos experimentos, y a partir de ahí veremos qué metemos más adelante. La idea es crear ahora un tótem lo suficientemente sólido para que el año que viene, cuando tenga tiempo de girar de verdad, podamos hacer un ‘show’ que merezca la pena. Esto serán los cimientos. Pero tenemos ganas de hacer un ‘show’ que sea divertido.