CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Onward': fe en la magia (de Pixar)

No está a la altura de las obras maestras de la factoría, pero es divertida en todo momento, imaginativa en sus secuencias de acción y conmovedora durante su clímax dramático

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Onward'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Onward'. / periodico

Nando Salvà

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Es lógico que en Pixar sientan nostalgia por el pasado porque, después de todo, ya ha llovido bastante desde la última vez que estrenaron una película realmente revolucionaria. Y por eso también se entiende que su nuevo trabajo transcurra en un mundo en el que una vez imperaron la magia y la fantasía pero en el que esos atributos han sido fagocitados por el confort y la rutina que la vida moderna estimula; en el que pronunciar palabras mágicas carece de sentido porque, para que se haga la luz, es suficiente con apretar un botón. Se trata de un mundo que aúna a Tolkien con la América suburbana moderna, en el que los unicornios hurgan en los cubos de basura y las manticoras trabajan de camareras. Y partiendo de ese escenario, eso sí, 'Onward' lanza un mensaje de optimismo en el futuro: la magia volverá.

Con ese fin, acompaña a un par de hermanos elfos que intentan resucitar a su padre durante 24 horas, y que para ello emprenden una misión en la que intervienen mensajes codificados, mapas del tesoro, dragones gigantes hechos de ladrillo, hadas moteras y hasta cadáveres que abandonan su tumba, al menos a medias. Y mientras lo hace evoca ficciones como 'Dragones y mazmorras', 'Los Goonies', 'E.T. El extraterrestre' y hasta 'Este muerto está muy vivo'.

Una de las grandes habilidades de Pixar siempre ha sido equilibrar lo amargo con lo dulce y lo triste con lo hilarante, y aquí vuelve a hacer gala de ella haciendo que el dolor de la pérdida se proyecte en un par de piernas llegadas del más allá y maestras en el arte del 'slapstick'. Por lo demás, es cierto, 'Onward' no resiste comparaciones con las obras maestras de la productora. Sus personajes no son tan memorables como los de 'Toy Story' y su estructura narrativa carece de la intrepidez de la de 'Del revés'. No está a la altura de 'Los increíbles', ni a la de 'Wall-E', ni a la de 'Up'. Pero, considerando qué divertida logra ser durante todo su metraje, qué imaginativas son sus secuencias de acción y qué conmovedora resulta durante su clímax dramático, tampoco le hace falta para hacernos confiar en que, en efecto, la magia volverá a Pixar.