El Verdi recupera clásicos de Demy, Kurosawa, Ophuls y Rohmer

Para muchos cinéfilos, en general, y para los Verdiadictos, en particular, el jueves no es un día cualquiera, sino el día con mayúsculas. Y es que se trata de la jornada intersemanal que han escogido en los históricos Cinemes Verdi para recuperar clásicos inmortales del cine y que su público pueda disfrutarlos en pantalla grande y en versión original subtitulada. Se trata de sesiones a precio reducido con uno o dos títulos por noche (20.15 y 22.30 horas). Cada nuevo ciclo es acogido con entusiasmo por sus fieles y el próximo promete muchos reencuentros y emociones con autores como Jacques Demy, Max Ophuls, Akira Kurosawa o Eric Rohmer. Pasen y vean…

Para hoy nos preparan un programa doble de cine negro con dos prestigiosos realizadores. El primero es Fritz Lang, del que se proyecta Perversidad, una excelente película de intriga negra con todos los elementos del género, mujer fatal incluida. Habla de un humilde cajero que mantiene una irregular relación con su esposa y se consuela dedicándose a la pintura. Toda su vida cambia cuando conoce a una atractiva joven y se enamora perdidamente de ella. La pasión le lleva a cometer un desfalco en su empresa para que ella siga creyendo que es un millonario. Y otro clásico negro de Edward Dmytryk para acabar, Historia de un detective, una de las mejores versiones de la novela de Raymond Chandler, Adiós, muñeca. Un expresidiario encarga al detective Philip Marlowe que localice a su antigua novia. Pero lo que parecía una simple búsqueda acaba convirtiéndose en un peligroso juego en el que nadie es cómo aparenta y los engaños están a la vuelta de la esquina.

La próxima semana nos espera un especial Jacques Demy con dos títulos muy distintos. Empezará con el musical Piel de asno,Piel de asno que cumple 50 años. Una veinteañera Catherine Deneuve protagoniza este cuento de Perrault con un hipnótico colorido kitsch, casikitsch,  hippie, como la receta Un cake d’amour. La trama no puede ser más surrealista: un rey viudo descubre que la mejor sustituta para su difunta mujer no es otra que su propia hija. La chica decide esconderse tras una piel de asno. Evidentemente, Disney no se atrevió a rodar una versión animada. Como complemento podrá verse su debut, Lola, un drama con el que empezó a llamar la atención de la crítica. Una espléndida Anouk Aimée da vida a una cabaretera de un local del puerto de Nantes que juega con dos hombres que están enamorados de ella: un amigo de infancia y un marinero norteamericano. Y es que ella alberga aún la esperanza de que regrese su antiguo amante y padre de su hijo que emigró a América para hacerse rico y volver a por ella, pero ya han pasado siete años…

El jueves siguiente (12 de marzo) estará dedicado a Los niños del paraíso y, debido a su larga duración (poco más de tres horas) no habrá otra sesión. Fue firmada por Marcel Carné, uno de los más prestigiosos realizadores clásicos franceses, cuya mejor época transcurrió entre los años 30 y 40, donde rodó algunas de sus obras maestras (Quai des brumes, Le jour se lève) y trabajó en varias películas con sus actores favoritos, Jean Gabin y Arletty. Ella es una de las protagonistas de este drama, exponente del realismo poético, que reconstruye el París de mediados del siglo XIX. Por uno de sus bulevares deambula una mujer que se enamora de un mimo y mantiene una relación con un famoso actor. Poética e hipnótica, una obra maestra.

El alemán Max Ophuls será el protagonista el jueves 19 de marzo con dos grandes títulos. El placer está considerada una de las mejores adaptaciones literarias jamás filmadas. Es una versión de tres cuentos de Guy de Maupassant. Se ocupa de un presumido peluquero de la Ópera de París que se niega a envejecer y cubre su rostro con una careta con rasgos de cuando era joven; la patrona de un burdel que decide acudir a la comunión de una sobrina, en compañía de algunas de sus chicas, y de un pintor que se enamora locamente de su modelo. Completa el homenaje Madame de… donde Danielle Darrieux interpreta a una condesa con dificultades económicas, por lo que decide vender unos pendientes que le regaló su marido sin que él lo sepa. Pero esa joya dará muchas vueltas revelando la hipocresía social en la época en que está ambientada, el París de principios del siglo XX, pero muchas de sus lecturas resultan tremendamente contemporáneas.

El amor, desde el inicio de una relación a la monotonía del paso del tiempo, es el tema del jueves 26 de marzo desde dos prismas distintos. Mi noche con Maud fue una de las primeras películas Eric Rohmer, de quien se cumple este año el centenario de su nacimiento. Este cuento moral retrata el breve encuentro entre un ingeniero católico y una divorciada que hará que todo su mundo se tambalee. El otro título es Antes del anochecer, último y desencantado capítulo de la trilogía de Richard Linklater sobre un norteamericano y una francesa que se enamoraron dos décadas atrás en un viaje en tren. Ahora ya son pareja estable, tienen hijos y se encuentran en el sur de Grecia, donde se reúnen con otros intelectuales y hablan sobre cómo han evolucionado. Es el episodio más amargo, en el que deja algo atrás el romanticismo para centrarse en la amargura y el deterioro de las relaciones.

El nipón Akira Kurosawa, con su actor fetiche Toshiro Mifune, ocuparán el jueves 2 de abril el Verdi con dos películas muy representativas de su colaboración. Yojimbo es un filme de samuráis que fue reversionado en clave de wéstern en la popular Por un puñado de dólares. La acción transcurre en el Japón del siglo XIX donde un guerrero solitario utiliza el enfrentamiento entre dos clanes mafiosos para sacar provecho. Su fama de invencible provoca que ambos familias quieran contratarle y él las maneje a su voluntad. El infierno del odio se centra en el rapto del hijo de un empresario que, si decide pagar el rescate, entraría en quiebra. Pero todo cambia cuando descubre que los secuestradores se han equivocado y a quien han capturado es al hijo de su chófer.

Los samuráis volverán a ser los héroes el jueves 16 de abril con Harakiri, un clásico sobre un mercenario que explica la historia que le ha llevado a querer quitarse la vida con un harakiri. Un gran filme poco visto sobre el código de honor de estos guerreros nipones. Y, para acabar, regreso a Rohmer el 23 de abril con Cuento de primavera, que supuso el inicio de otra serie de filmes reunidos bajo el epígrafe general de los cuentos de las cuatro estaciones. Una profesora de Filosofía es invitada por una amiga a pasar en su casa en el campo. Pero también aparecerá por allí el padre de la chica y su nueva novia, a quien ella no soporta, y hará todo lo posible para que su progenitor se enamore de su compañera. Un filme divertido, fresco y espontáneo que servirá de colofón a esta espléndida retrospectiva.