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'I love LEGO': seis espectaculares dioramas creados con miles de piezas

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Eduardo de Vicente

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Bastan cuatro letras para que a los niños (y a algún que otro adulto) se les ilumine la cara y sueñen con un mundo repleto de fantasía e imaginación: LEGO. Ahora, una pequeña exposición de este original universo puede disfrutarse en el Reial Cercle Artístic. Se titula I love LEGO y consta de seis espectaculares dioramas que podemos ver desde todos sus rincones, intentar encontrar a personajes escondidos y también jugar con piezas en un espacio habilitado para ello.

En la entrada, los peques pueden poner sus caritas en un plafón y hacer ver que son un muñequito más. Tras pasar por el mostrador, un corazón nos da la bienvenida a la sala donde hallaremos las tres primeras maquetas. La primera representa la liberación de un pueblo italiano por parte de los aliados durante la segunda guerra mundial. Es una obra realizada por Darío Minisini en el 2017 en la que empleó unas 160.000 piezas. Está elaborada con gran detalle sobre una gran montaña y destaca por su estación de tren, las casas y los coches de época. Aquí nuestra misión consistirá en encontrar a tres personajes que no pintan nada: un marinero, un soldado de Star Wars y el capitán América.

El siguiente diorama representa una gran ciudad en la que se combinan diversos estilos arquitectónicos. Fue creada en el 2018 por varios autores que invirtieron, también unas 160.000 piezas. Sobresalen tres impresionantes rascacielos, pero también tiene su estación de tren y sus tramos ferroviarios, sus zonas verdes recreativas, sus calzadas, su coche de bomberos y un diner. Es como una LEGO City a lo bestia que mezcla edificios de distintas épocas. El reto es descubrir a varios personajes de cómic como el Joker, Spiderman, Batman, Supermán o Krusty, el payaso de Los Simpson. Pero ¡atención! han puesto también otros para despistar (como el doctor Extraño o Iron Man), que no son los que tenemos que encontrar.

Para acabar nuestra visita a esta sala veremos el Classic Space, ambientado en un asentamiento minero lunar donde diversos androides están buscando nuevos recursos y está repleto de astronautas. Es una obra de Massimiliano Valentini de 2019 que consta de unas 35.000 piezas. Aquí hay que hallar a R2D2, C3PO, al hombre mazorca y a Homer Simpson. El último parece el más fácil, bastaría buscar un personaje amarillo… pero es que muchos de los astronautas van también de este color y es más complicado de lo que parece. Nos resultará más fácil tropezar con Lisa, que está en varios rincones… Allí hay también un cohete espacial, una torre de comunicaciones, una pista de aterrizaje, vehículos y naves.

Seguimos nuestro camino tras pasar por dos espejos enfrentados que provocan un efecto óptico multiplicador que a los más cinéfilos les recordará a una escena de Ciudadano Kane. Ahora visitaremos un castillo gigante inspirado en la arquitectura italiana de los siglos XI y XII con su zona rural, su granja y su bosque. Pretende emular el escenario de Roca Casterley, el hogar de los Lannister de Juego de Tronos.Fue creado por Antonio Cerretti y Jonathan Petrongari en 2018 juntando unas 180.000 piezas y tardaron un año en acabarlo. Aquí buscaremos a Chewbacca, el hombre elefante o Steve de Minecraft, entre otros, pero por más que damos vueltas solo tropezamos con personajes de El señor de los anillos.

Si vamos al fondo hay una pequeña zona de juegos con sus taburetes y globos amarillos para que los niños puedan descansar un poco y hacer sus propias construcciones. No parece que haya cámaras de seguridad pero conviene vigilar a los peques, que se hacen los listos y pueden hacer desaparecer alguna de ellas. Por cierto, para tranquilidad de los padres en esta muestra no hay tienda alguna, así que nos ahorraremos el inevitable momento en que nos piden que les compremos alguna caja de piezas.

Reemprendemos la visita bajando unas escaleras hasta el espacio donde se encuentran las dos maquetas finales. La primera representa un pueblo tirolés, con edificios inspirados en otros reales del norte de Italia. Dos años tardó en construirlo Daniele Daprile y lo acabó en el 2017 utilizando unas 90.000 piezas. Destaca por su plaza central, repleta de gente comiendo y bebiendo, su estación de tren, sus casas típicas con flores en las ventanas o un paso de peatones que imita la portada del disco de los Beatles, Abbey Road. Buscaremos al Brick Man y la Brick Woman, la ladrona y a Harry Potter, pero como no hagamos trucos de magia nos va a costar un poco.

Para acabar nos sentiremos en una pequeña localidad en invierno, entre montañas, nieve y continuas referencias a la Navidad. Sandro Damiano lo firmó en 2018, incluye más de 200 personajes diferentes y unas 62.000 piezas; lógicamente predominan las de color blanco. También hay un tren, un parque infantil, un Papá Noel con su trineo, un esquimal, diversos animales desde un oso a un tiburón y muchos personajes de Frozen pero ¡se siente! no son esos los que tenemos que encontrar, sino Buzz Lightyear, Caperucita Roja o Indiana Jones (pssst, secreto, está en una calle acompañado por su padre en la moto de la tercera entrega de la saga). Finalizamos el recorrido con una sonrisa en los labios y con la cámara llena de fotos de los chicos frente a las estructuras. Un plan estupendo y muy bien construido.