CRÍTICA DE LIBROS

Crítica de 'Km 123': venganza a la italiana

Andrea Camilleri idea una trama frenética cargada de humor negro

zentauroepp33921217 barcelona   6 2 2014   andrea camilleri en el hotel bergara 200221162255

zentauroepp33921217 barcelona 6 2 2014 andrea camilleri en el hotel bergara 200221162255 / periodico

Marta Marne

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No hay lector de género negro que no conozca a Andrea Camilleri, y pocos hay que no amen a Salvo Montalbano. Sin embargo, el autor siciliano ha publicado también un buen puñado de obras fuera de esta conocida serie. Entre ellas la magnífica 'Km 123' (Destino, 2020), publicada en Italia tan solo cuatro meses tras su muerte. Es inevitable buscar —y hasta encontrar— rasgos del 'dottore', pero la fuerza de estas novelas independientes reside en que era habitual que el escritor italiano arriesgase más con ellas. En una trama muy breve construida a ritmo de diálogo, encontramos una ingeniosa historia de celos, venganzas y muchas, muchas mentiras.

Ester no consigue que su amante Giulio le conteste al móvil. Le escribe varios mensajes que Giulio no llega a ver. Acaba de tener un accidente de coche y su diagnóstico es favorable pero de gravedad. La que sí ha leído los mensajes es la mujer del herido, y no le gusta nada lo que ha descubierto. Menos aún cuando comprende que su marido no solo se ve con otra, sino con otras dos.

Con una estructura que podría funcionar como una obra de teatro, Camilleri alterna diálogos de una minuciosidad abrumadora con noticias de prensa, mensajes de texto e informes policiales. De este modo, proporciona al lector una imagen de conjunto. Si un capítulo es narrado desde la subjetividad de los protagonistas, acto seguido es contrapuesto con otro que presenta el discurso oficial de la policía o de los medios de comunicación. ¿O tal vez estos canales tampoco son tan objetivos después de todo? Sea como fuere, mantendrá la intriga viva hasta la última línea. Y de qué manera.