CRÍTICA DE CINE

'La llamada de lo salvaje': una vistosa paradoja

Más allá de sus imperfecciones, estamos antes una película de aventuras sorprendentemente emocionante, que explicita para el público infantil la riqueza y la relevancia de la novela de Jack London en la que se basa

Estrenos de la semana. Tráiler 'La llamada de lo salvaje'

Estrenos de la semana. Tráiler 'La llamada de lo salvaje'. / periodico

Nando Salvà

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'La llamada de lo salvaje', la novela de Jack London publicada en 1903, derrocha brutalidad: su protagonista, un perro mitad san Bernardo mitad scotch collie, es secuestrado y vendido, y sufre severas palizas a manos de sus amos, enfrentamientos cruentos con otros perros de trineo y el terrible desgaste que provocan tanto regímenes de trabajo insoportables como la exposición a los elementos. Poco que ver, en suma, con esta adaptación cinematográfica dirigida por Chris Sanders. Sí, la película también transcurre en un mundo marcado por la codicia, la violencia y un clima inestable; pero su protagonista, Buck, recibe un solo golpe en todo el metraje y no se enfrenta con sus congéneres; y, en general, el mundo humano que lo rodea ya no es hostil sino edificante e imbuido de espíritu comunitario.

Sanders compensa esa relativa falta de conflicto tanto insuflando energía cinética al relato como ahondando emocionalmente en la relación entre hombre y can que tiene lugar en la segunda mitad del metraje. Thornton (Harrison Ford) rescata a Buck, y Buck rescata a Thornton; el hombre afronta sus tormentos personales y su alcoholismo gracias al perro, y lo ayuda a recuperar su conexión con las raíces a las que el título de la película alude.

En el proceso, 'La llamada de lo salvaje' hace gala de una sinceridad y una falta de pretensiones que compensan la paradoja sobre la que se construye: es una película que celebra la supremacía de la naturaleza y los instintos de quienes la habitan pero que, para recrearlos a ambos, recurre a los ordenadores; y lo cierto es que resulta especialmente convincente cuando abraza todas las posibilidades que ofrece la animación -sirvan de ejemplo esas carreras a través de cavernas de hielo-; en ese sentido, resulta destacable la rica personalidad de la que la película dota a su animal protagonista echando mano exclusivamente de imaginería digital, algo que la distancia sustancialmente del reciente 'remake' de El rey león' (2019).

Cierto que la capacidad de Buck para interactuar con seres de carne y hueso a ratos es disuasoria, que la voz en 'off' de Ford resulta intrusiva y que algún personaje solo tiene sentido como vehículo para llevar el drama a su clímax. Nada de eso impide, sin embargo, que 'La llamada de lo salvaje' sea una película de aventuras sorprendentemente emocionante, que explicita para el público infantil la riqueza y la relevancia de la novela en la que se basa sin necesidad de resultar excesivamente empalagosaen el proceso.