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'Pinta'm', un musical infantil que repasa la historia del arte en una hora

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Eduardo de Vicente

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Las compañías que se dedican al teatro infantil merecen todo nuestro respeto por el trabajo que hacen. En primer lugar no es tan sencillo ponerse en la piel de los niños y entretenerlos durante una hora, que no se conforman con cualquier cosa. Sus montajes deben tener algún elemento pedagógico para que reciban alguna lección de lo que han visto, bien sea a nivel de conocimientos o de hacerles reflexionar. Por todo ello es una estupenda noticia que aparezca un musical pensado para ellos con estos elementos y creado por los miembros de GDM (Generació de Merda), autores de uno de los más divertidos montajes de los última temporada <em>(El futbol és així de gai).</em>

Lleva por título Pinta’m y pretende acercar a los peques la historia de la pintura a través de sus artistas y obras más célebres en tan solo unos 60 minutos entre canciones, fantasía y humor. El Aquitània Teatre programa esta simpática obra todos los fines de semana hasta el 1 de marzo, así que aún nos quedan unas pocas funciones para descubrirla.

A nuestra llegada, el escenario está ocupado únicamente por dos sábanas que parecen esconder algo (más tarde descubriremos que se trata de un lienzo y una extraña máquina). Al fondo aparecerá una pantalla donde se proyectarán imágenes de las épocas que visitaremos. El tema introductorio es Benvinguts al museu donde nos explican cómo un artista algo egocéntrico, David Miralles (Adrià Ardila), prepara una exposición en el local de Helena Vidal (Mireia Coma), que ha conseguido reunir algunas de las principales obras de la historia. Esta primera canción ya nos lanza el primer mensaje: “Viu somiant colors, esborra les teves pors”.

Un inesperado accidente provoca que los cuadros se quemen y los protagonistas utilicen una estrambótica máquina para viajar en el tiempo con la intención de recuperarlos, pero tan solo disponen de 60 minutos o quedarán atrapados en la era que visiten y no podrán regresar. A ellos se unirá un aspirante a reportero, Enric (Joan Saéz) que busca su primer gran éxito periodístico.

La primera época que visitan es la Prehistoria escenificada por las pinturas rupestres y dos cavernícolas (Monica Macfer y Gerard Sesé, que interpretarán a todos los personajes que van conociendo en su trayecto). Intentan conseguir la mítica Venus de Willendorf y, luego se dirigen a la era del Imperio Romano donde hallarán una copia del Discóbolo de Mirón y se enfrentarán a nuevos retos.

La Edad Media es el siguiente destino, donde tropezarán con un artista (Giotto), experto en pinturas religiosas, y una caprichosa princesa que pasa de su pueblo, presume de ser “una obra de arte” y está obsesionada en que le haga un retrato (Pinta’m). Saltaremos ahora al Renacimiento para conocer a al polifacético inventor, pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico, Leonardo Da Vinci (lo que da para algún chiste relacionado con ciertas tortugas) y pretenden descubrir el secreto de la sonrisa de la Mona Lisa (Leonardo, som molt fans).

El próximo personaje que conoceremos es Van Gogh, que está en el psiquiátrico. Un artista incomprendido en su época por su nueva forma de mirar y sus colores y lo escenifican en una canción que se va acelerando hasta niveles casi impronunciables (És Van Gogh), que juega con el impresionismo y el expresionismo. Pero también conoceremos a la oreja que se arrancó (lo que da para alguna que otra broma sobre cierto grupo musical).

Pablo Picasso, vestido con su famosa camiseta a rayas blancas y negros, es el siguiente pintor pero es retratado con bastante ironía como un seductor incorregible bastante creído y vanidoso. Un genio versátil con el que tropiezan cuando el tiempo ya se está agotando (El millor del món) y tienen pocos minutos para regresar.

El número del desenlace, El final del viatgeque acaba con el público cantando con los actores antes de la preceptiva foto en el vestíbulo donde también se puede adquirir el CD de las canciones (que incluye versiones instrumentales para que los chicos las puedan cantar en casa). Una hora para viajar por la historia del arte y conocer de una manera distinta a sus principales artífices entre canciones juguetonas.