Núria Graham, el brillante pop con memoria de 'Marjorie'

A paso ligero se ha ido convirtiendo Núria Graham en una de las figuras creativas más sustantivas de nuestro pop, y lo que comenzó a insinuarse en su epé de adolescencia, ‘Firsttracks’ (2013), y que fue ganando altura, grosor y matices en los álbumes ‘Birdeyes’ (2015) y ‘Doesit ring a bell?’ (2017), estalla con toda su discreta majestuosidad en “Marjorie’. El disco en el que refina su noción de la canción serena y luminosa, con elaboradas capas de sonido y una sutileza poética con aura espiritual.

El álbum debe su título, extraído de una de las canciones, a la abuela irlandesa que no conoció, y es en la costa oeste de la isla atlántica donde ella ha encontrado un imaginario inspirador. Hay que situarse en Connemara, en el Finisterre de Irlanda, región donde el verde se funde con el azul y el gris del océano infinito, escenario de relieves mágicos que para Núria Graham es portadora de una memoria familiar. La exquisita pieza titulada así, ‘Connemara’, abre el disco se diría que evocando desde ese paisaje la pureza del alma a partir de la historia de un suicidio.

Metáforas medioambientales

Este es un álbum alimentado de historias, empezando por el diálogo con la abuela de la misma ‘Marjorie’, otra atalaya, fantaseando sobre su otro yo a través del tiempo, y siguiendo con piezas como “Hazel”, donde Graham reanima un viejo estribillo de su tío músicopara hablar de otra figura acaso gemela, una chica irlandesa. El letal golpe de calor de ‘Heatdeath’ traza paralelismos entre el colapso cósmico y una crisis emocionala través de un absorto trayecto melódico, y la naturaleza como metáfora de avatares personales se deslizaen la frugal tonada de ‘Anotherdeadbee’,

La artista de Vic sigue expresándose en inglés, lo cual no la ayuda en esta escena nuestra en la que, por lo general, queremos entender las letras con facilidad. Pero hay que ser de piedra para no dejarse alcanzar por estas canciones bellas, esbeltas y hechas de materiales sutiles, que evitan efectismos y se hacen fuertes en los medios tiempos recogidos y en susinusuales armonías, cultivando la melancolía mediante una latente invocación al drama. Piezas asentadas en una guitarra eléctrica ensoñadora, cantadascon una expresividad tranquila.

Por encima de todo, su don para la canción pop con hondura emotiva y filosófica, invitando a especular con el rumbo del universo a partir de un sencillo estribillo. De las diez que se suceden aquí, ninguna es de trámite, todas brillan y reservan un potencial conmovedor, y las realza un sonido personal, luminoso y con poso, que ha elaborado junto a Jordi Casadesús (La Iaia). Pensaremosen ‘Marjorie’ cuando, a final de año, hagamos el balance de las mejores obras del 2020. Pero no hará falta tenerlo que recordar porqueestará ahí, acompañándonos en espíritu y en canción.  JORDI BIANCIOTTO

OTROS DISCOS DE LA SEMANA

ROGER ROCA

El ex-Soft Cell, realzando su querencia por la majestuosidad y el intimismo satinado, con arreglos lujosos, fogosas baladas al piano y reflejos del glam y la disco music. Puro Almond listo para el melodrama de altos vuelos, con canciones de amplio y sentido espectro y ayudas inesperadas (la flauta de Ian Anderson, de Jethro Tull). JORDI BIANCIOTTO

La música y DJ de Londres debuta en largo con una obra a la altura de las considerables expectativas. Basándose casi siempre en el mismo tempo (150bpm), Dillon se marca un puñado de elucubraciones rítmicas y sónicas que nunca pierden tacto orgánico (quizá por esos samples acústicos tan bien editados) ni dejan de sorprender. Buena herramienta para DJs, pero también recomendable como escucha doméstica, “Workaround” confirma la llegada de una visionaria del techno de vanguardia.  JUAN MANUEL FREIRE

Uno de los nombres del 2019 gracias a 'Contando lunares' (junto a Don Patricio), se muestra habilidoso sobre los ritmos a los que se expone con el ahora tan apreciado 'flow' canario. En el disco, con grandes dosis de orgullo isleño, prodiga su rap pausado, mucho r&b, y su capacidad para dominar el tempo y para las letras desnudas. - IGNASY FORTUNY