CRÍTICA DE CINE

'Hasta que la boda nos separe': romances prefabricados

La nueva película de Dani de la Orden es una 'rom-com' añeja, correcta, pero que hemos visto mil veces. Funcional, pero aséptica

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Hasta que la boda nos separe'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Hasta que la boda nos separe'. / periodico

Beatriz Martínez

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La comedia española no es en realidad española. Casi todas las películas que se estrenan en los últimos tiempos son 'remakes' de cintas francesas o italianas adaptadas a la idiosincrasia española para que parezcan de aquí. Son plantillas, son fórmulas que se copian y repiten hasta la saciedad y, salvo contadas excepciones, no hay mucho nuevo que aportar. ‘Hasta que la boda nos separe’ es fruto de esta tendencia fagocitadora. Es una película correcta, pero que hemos visto mil veces. Funcional, pero aséptica. Se adapta a un modelo de 'rom-com' añeja y los actores, en especial Belén Cuesta, le ponen desparpajo y cierto encanto natural. Pero poco más.