CRÍTICA DE CINE

'Solo nos queda bailar': cuestiones de identidad

Los conflictos sobre identidad cultural y sexual de este filme de danza dirigido por Levan Akin no acaban de casar bien entre sí

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Sólo nos queda bailar'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Sólo nos queda bailar'. / periodico

Quim Casas

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Levan Akin es un cineasta georgiano afincado en Suecia que plantea en su última película cuestiones sobre la identidad cultural y sexual. Su protagonista es un joven bailarín que intenta hacerse un hueco en la compañía nacional de danza de Georgia, donde se le cuenta una y otra vez que el baile es la expresión identitaria del país. Pero es una danza que no acepta la ambivalencia sexual, y el protagonista acaba enamorándose de un nuevo miembro de la compañía. El meollo de la cuestión está en si la danza acaba siendo o no una liberación en un contexto social represivo, pero los conflictos no acaban de casar bien entre sí.