'Barcelona increíble': un centenar de actividades originales en la ciudad

No es Wonder Woman, incluso tiene un nombre bastante común, Ana Sánchez, pero es nuestra superheroína. Ha vivido más aventuras que Indiana Jones y Ripley juntos. Es una periodista valiente y arriesgada que desde la sección <em>Barceloneando</em> o en las páginas del suplemento On Barcelona de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA cada semana prueba una experiencia diferente para explicar su vivencia en primera persona a los lectoresY algunas en particular ponen los pelos de punta… eso sí, siempre con mucho humor e intercalando divertidas bromas. Ahora ha recogido estas 131 crónicas en el libro Barcelona increíble (Ediciones B), con prólogo de Isabel Coixet, que hoy se presenta a las 19.30 horas en uno de los establecimientos que visitó.

Se trata de Barcelona Axe Throwing (Trafalgar, 8), un lugar dedicado a practicar el tiro a una diana ¡con hachas! El presentador será el guionista Tomàs Fuentes (La competència de RAC1 o El Mundo Today) y estará llena de sorpresas. Le hemos pedido permiso a Ana para que nos deje explicar algunas y podemos avanzar que, además de hachas, habrá una degustación de productos del Super Friki Market como el licor de fuego valyrio de Juego de Tronos (¿alguien se atreverá a probarlo? ¿arderemos todos?) o cervezas de Harry Potter, se expondrán un par de grafitis del artista BL2A (que cobran vida en la pantalla del móvil mediante la realidad aumentada), si no hay un cataclismo galáctico también se acercará hasta allí el mismísimo Darth Vader en busca de su hijo (o hija, ¿seguro que Ana no es una Skywalker? A nadie le extrañaría).

Apartados con experiencias de todo tipo

El libro está estructurado en una veintena de apartados que incluyen apetitosas sugerencias para experimentar sensaciones inimaginables en la ciudad como deportes de todo tipo, arte, literatura, cine, baile, humor, juegos, tours o compras. Y en cada uno de ellos varias propuestas a cuál más insólita: gimnasios paleolíticos, pícnics hobbits, encuentros de brujos o pastelerías para perros. ¡Guerra a la vulgaridad!

Si le preguntas a Ana cuál ha sido su experiencia más rara no sabe con cuál quedarse. “He ido a una escuela de sirenas, he escapado de un ataúd, he aprendido a manejar espadas, a tirar hachas y flechas y he combatido con armadura. Le he dicho “yo soy tu padre” a Darth Vader, he bebido vino de lágrimas de unicornio, he comido gusanos a las finas hierbas, he tenido mi peor resaca con licor de fuego valyrio, he estado en una habitación rodeada de aliens, he charlado con KITT, el coche fantástico, he sudado en un gimnasio paleolítico y me ha perseguido un paparazzi”. Por todo ello no es de extrañar que reconozca que lleva siempre un repelente de zombis en el bolso.

Las más divertidas y sorprendentes

Pero también admite que se ha divertido mucho y explica que “hay una tienda con efecto gag, La Llama, donde te entra la misma risa floja que cuando el PP habla de honradez (¿lo veis? siempre tiene que intercalar un chiste). Es la primera tienda del mundo especializada en humor como aseguran en su web. Lo mismo encuentras chicles para hablar con tu gato que ambientadores para eliminar el olor a patriarcado o un Tyranosaurus Rex inflable. Pero también existen batallas de insultos, salas en las que despellejar en público una película y concursos donde puedes ganar premios contando tus miserias”.

A estas alturas ya está curada de espantos pero siempre hay algo que puede sorprenderle: “que exista una escuela de sirenas (de hecho, se pueden encontrar sirenas hasta en Linkedin). Un hombre vende botellas de aire del siglo XX. En el cementerio de Poblenou hay una tumba donde la gente va a pedir milagros con más confianza que en Lourdes. El Santet, lo llaman. Y si en el cementerio de Montjuic te da por correr hacia la luz a lo Carol Anne en Poltergeist, llegas a una biblioteca. Es la segunda biblioteca funeraria más importante de Europa". 

Y aún hay más: "en Barcelona abrió el primer super friqui: venden vino de lágrimas de unicornio, ramen de Pikachu o la tableta de chocolate de Willy Wonka (con billete dorado sorpresa). En Sant Andreu están construyendo una nave espacial calcada a la de Alien. Existe un teléfono de Poesía de emergencia. Llamas y te recitan un poema, un Cyrano de Bergerac a domicilio. Hay quedadas de rancing: mezcla de running y dancing. Quedas para bailacorrer… La verdad es que me sorprende todo”, explica con una sonrisa.

Un trabajo muy arriesgado

Pero esto de vivir experiencias es un poco como ser un corresponsal de guerra en una ciudad en paz y atreverse a todo. Cuenta que nunca ha tenido miedo, pero “que te encierren en un ataúd da un poquito de impresión al principio, sí. Es una escape room que se llama Catalepsia. “Una recreación de lo que será tu funeral”, te anuncian. “La única diferencia es que estás vivo”. Ana siempre está preparada para hacer frente a cualquier imprevisto sobrenatural que pueda acontecer más allá del spray anti muertos vivientes ya que sabe dónde comprar varitas mágicas, cancerberos de peluche y hasta sotanas para hacer exorcismos.

A veces el riesgo está donde menos lo esperas y reconoce que alguna vez ha tenido “muchas agujetas, eso sí, algún lumbago, y más de un moratón. Y una semana casi muero de indigestión: al hacer un artículo sobre comida gigante. Intenté comerme una hamburguesa de cuatro pisos, un kebab de dos kilos y medio, un bocadillo de 57 cm., además de visitar La Kaña, donde venden hamburguesas tamaño mesa. Hasta Obélix se hubiera pedido un Almax”.

Lo más insólito y raro

Si le preguntas qué curiosidades divertidas recuerda rememora los días en que “me puse a luchar en un combate medieval con armadura en el Born. Duré menos en pie que Màxim Huerta de ministro. No podía ni con la espada. El equipo completo pesa entre 20 y 30 kilos. He jugado al fútbol dentro de una burbuja. He probado comida para perros, una galleta de la pastelería perruna Snouts. Repetí. (¿de verdad?) Y he hecho yoga con un botellín de cerveza en la mano. No sabía si estirar o pedir unas bravas”. 

Y aún sigue en esta labor, si lo de la comida para perros nos parecía fuerte también descubrió un Tinder para mascotas y hace poco comió un estofado ¡de pitón! No nos cuentes más… guárdatelo para Barcelona increíble 2: la venganza de Ana. Desde luego tener una cita con ella debe ser lo más parecido a entrar en la dimensión desconocida. Eso sí, la opción de aburrirnos no se contempla ni por asomo… 

Social animals, el Tinder de las mascotas.