Opinión | ANÁLISIS

Juan Manuel Freire

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Grammys 2020: una pequeña revisión del sistema

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Cuando la obsolescencia le pisaba seriamente los talones, la Academia de la Grabación decidió prestar algo más de atención a los jóvenes, así como reconocer que hace ya tiempo que las mujeres se lo curran. Y ha confirmado estos indicios de arrepentimiento en los premios finales, obtenidos en gran parte por un par de artistas sin edad para poder alquilar un coche en EEUU: Billie Eilish y Lil Nas X, de 18 y 20 años, respectivamente.

El caso de Eilish no es menos sonado por esperado. Desde hace casi cuatro décadas nadie se llevaba los premios a grabación, álbum y canción del año y mejor nuevo artista en una sola noche. El anterior afortunado, el rey del soft rock Christopher Cross, tenía ya 29 años cuando lo consiguió, en 1981.

Cuanto más dividimos la música en categorías estrictas, más reducimos su grandeza

Otra mujer arrasadora ha sido Lizzo, en parte por una canción ('Truth hurts') lanzada en el 2017, lo que invita a preguntarse cómo funcionan estos premios. Sin reglas, los juegos no tienen gracia. No se pueden permitir los fueras de juego, ni las faltas de ortografía, ni los premios Grammy para álbumes versión deluxe. El 'Cuz I love you' de Lizzo no contenía originalmente 'Truth hurts'; el tema se añadió en una reedición tras explotar en TikTok.

Dudas sobre reglas aparte, han sido unos premios esperanzadores. "Es una nueva década", como cantó-habló Alicia Keys en la gala. "Queremos ser respetados, y sentirnos seguros, en nuestra diversidad", añadió después. Para ello hace falta, por ejemplo, que los discos de jóvenes artistas negros no sean relegados automáticamente a categorías urbanas: 'IGOR', de Tyler, The Creator, pudo ser aún más que mejor álbum rap. También, que alguien como Rosalía recoja su premio durante la gala televisada. O todos o ninguno.

Pero vayámonos de esta columna con buen humor. Por ejemplo, alegrándonos por esos premios para Nipsey Hussle, el añorado rapero y filántropo, por su propia 'Racks in the middle' y por una colaboración con DJ Khaled. O celebrando también ese premio a mejor álbum alternativo para Vampire Weekend, aunque en su universal 'Father of the bride' puedan sonar a cosas tan poco alternativas como Simon & Garfunkel (nuevamente), Phish Peter Gabriel. Cuanto más dividimos la música en categorías estrictas e insalvables, más reducimos su grandeza. Y lo mismo hacemos con la gente cuando nos obstinamos en tipificarla.