La gala de los Goya planta cara al auge del fascismo

La ciudad de Málaga ha acogido con entusiasmo la 34ª edición de los Premios Goya. La ceremonia se ha celebrado en el Palacio de Deportes Martín Carpena que se ha vestido de gala para la ocasión con un espectacular despliegue de pantallas y una escenografía suntuosa. Por la alfombra roja de 300 metros ha pasado buena parte del 'star system' cinematográfico, pero también musical, gracias a la presencia de Jamie Cullum, Ara Malikian, Amaia Romero o Pablo Alborán.

Después de dos años de claro acento feminista, las estrellas han clamado por la diversidad, por la educación y por la libertad, así como por la cultura como campo antifascista, porque, como ha dicho Carlos Bardem en la alfombra roja,  “crea personas críticas, no personas que aceptan consignas y barbaridades”. También Eduardo Casanova se refería a este nuevo clamor del cine español “más aún ahora que parece que volvemos para atrás”. “Gracias a todas las antifascistas del mundo”, ha terminado su discurso Enric Auquer tras ganar el Premio a Mejor Actor Revelación.

Los fantasmas de la represión franquista, justo el año de la explosión de VOX en el panorama político (que ha declinado la invitación de la Academia), han estado presentes en varias películas nominadas, como ‘Mientras dure la guerra’, ‘La trinchera infinita’,‘Intemperie’ e incluso ‘Dolor y gloria’, vinculada a ese pasado dictatorial a través de una infancia marcada por la opresión y el encubrimiento de la propia identidad. 

“Nos quieren hacer creer que los refugiados son la causa de todos los males”, ha dicho Ara Malikian tras recoger el premio al Mejor Documental que ha dirigido Nata Moreno.

La gala conducida por Silvia Abril y Andreu Buenafuente ha comenzado con un número de apertura en el que se reivindicaba el cine más allá de las barreras de cualquier tipo y en el que se ha realizado un repaso histórico de nuestra cinematografía, todo ello acompañado de un espectáculo visual mucho más imponente de lo que suele ser habitual a través de proyecciones en enormes pantallas.

En su 'speech' introductorio Abril y Buenafuente han presentado cada una de las películas nominadas a través de 'gags' a ritmo de una ametralladora (“el cine ha sido donde más gente se ha juntado sin que la disuelva la policía”), para después analizar la política cultural de nuestro país utilizando los títulos de las películas de Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar con un doble sentido (“los derechos sociales se fueron mar adentro”).

Pablo Alborán ha interpretado el icónico tema de la película ‘Sobreviviré’, de Manzanita, que cumple 20 años. Una canción que, como ha afirmado Juan Diego Boto tras la actuación, es un canto a la tolerancia y al derecho de amar independientemente del género o la raza, a pesar de cualquier censura, algo que merece la pena seguir educando a pesar de las circunstancias, haciendo referencia al pin parental.

“El cine español está atravesando por una buena relación, pero también tiene zonas oscuras. El cine de autor e independiente, el que está fuera de los márgenes de las televisiones, de las plataformas, está en serias vías de extinción y necesita protección del Estado porque es nuestro futuro”, ha dicho a Pedro Sánchez Pedro Almodóvar, el auténtico triunfador de la noche.