CRÍTICA DE LIBROS

La soledad de la 'influencer'

José Luis Correa asesina a una 'instagramer' en la undécima entrega del detective Ricardo Blanco

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Marta Marne

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Amelia Moreno, camarera de piso en un hotel de Gran Canaria, encuentra una mañana el cadáver de Amelia Hermoso. Su rutina es siempre la misma, comenzando por el baño antes de acceder al resto de la estancia. Limpia de manera exhaustiva la ducha, repone toallas, barre el suelo. La sorpresa surge cuando descubre el cuerpo sin vida de su homónima justo antes de pasar el aspirador por la alfombra de la 104. Amelia Hermoso no era una joven cualquiera. Estamos ante una auténtica 'influencer', una estrella de Instagram que había viajado a la isla a presentar el único libro que ha escrito y escribirá. 

Las redes no tardan en arder culpabilizando a Amelia Moreno del crimen. Por eso ella acude al detective Ricardo Blanco, para que dé con el culpable y la libere de sospechas. Blanco duda en un principio. Qué sabrá él de redes sociales, de seguidores y de fans. Pero su secretaria Inés le ruega que ayude a la muchacha, a la que están despellejando viva a través de insultos y amenazas virtuales.

José Luis Correa (Las Palmas, 1962) aúna en esta undécima novela del detective tradición y modernidad para hablarnos de la soledad. Una de esas soledades tan en boga hoy en día. Ausencias que se viven rodeadas de gente a la que se supone que importas hasta que dejas de estar de moda. Éxitos momentáneos y carreras meteóricas que se disparan para luego morir a las pocas semanas. El mundo de la inmediatez, un universo en el que las apariencias priman por encima del esfuerzo o de la calidad. Con un estilo pausado, Ricardo Blanco recorre la biografía de la influyente desde una mirada falta de experiencia en estos ámbitos, algo que suple gracias a su minucioso análisis del comportamiento humano.

Intrusismo literario

Asimismo, Correa introduce un velado análisis del panorama literario actual en el que parecen abundar los novelistas que se consideran como tales con tan solo una obra publicada. O escribidores, que tratan de hacerse pasar por escritores sin haber leído un libro en su vida con la triste excusa de intentar no contaminar su prosa. 

El éxito de esta serie reside en su ausencia de pautas. La investigación fluye entre reflexiones e interrogatorios. Sin ataduras, sin procedimientos pautados a ritmo de cronómetro. Tal vez se deba a la cadencia que marcan las islas desde donde narra Correa. O a que, tal vez, el autor haya descubierto que este género es más poroso que nunca. 

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