CRÓNICA

Seward, un té liberador en el Espai Jove Boca Nord

El grupo barcelonés abrió sus celebraciones de 10º aniversario con una sesión de improvisación radical

Seward, en el Espai Jove Boca Nord

Seward, en el Espai Jove Boca Nord / periodico

Jordi Bianciotto

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La tanda de diez conciertos (y una cena) con la que Seward festeja su 10è aniversario no podía haber comenzado de un modo más ilustrativo de su arte radical: un concierto, ‘Freeward’, este miércoles en el Espai Jove Boca Nord, en el que no sonó canción alguna, sino que el grupo, ampliado hasta la decena de músicos, se entregó a una sesión de improvisación amablemente regada por los vasitos de té suministrados por el maestro Antonio Moreno.

Declaración de principios que resumió y llevó al límite los principios motivadores de Seward en torno a una idea de la música sin moldes, ni cuadrículas, ni expectativas pautadas. También para el público, que cuando ciertos silencios se alargaban peligrosamente, quizá en honor a John Cage, no sabía si permanecer mudo o ponerse a aplaudir.

Tenues marejadas disonantes espoleadas por el doble ‘set’ de batería, guitarras y trompetas que emitían sonidos tanto por sus conductos canónicos como a través del roce y el crujido. Adriano Galante, rozando el banjo los dedos; Juliane Heinemann, aplicando con instinto y ciencia sus señales electrónicas, y el violín de Sara Fontán como último punto de fuga de una sesión liberadora, encaminada a hacernos sospechar que la música lo puede ser todo cuando hay una intención. ‘Free’ sin reservas. Bienvenidos al 10º aniversario de Seward.

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