CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Pavarotti': miopía hagiográfica

El documental de Ron Howard funciona como un eficaz recordatorio de los logros artísticos del tenor; pero quien busque una mirada más matizada y rigurosa al hombre tras el maestro, que lo haga en otro lado

Nando Salvà

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Este retrato del tenor más famoso de la historia fue producido en colaboración con su familia. Y probablemente eso explique por qué la película prefiere funcionar como una rutinaria celebración del artista que profundizar en su figura o explicar algo que no sepamos ya. A través de una sucesión de fotografías, vídeos caseros y material audiovisual de archivo, la película recuerda cómo la incomparable voz de Pavarotti lo convirtió en un talento singular y cómo su irresistible carisma hizo de él una estrella internacional. El director Ron Howard captura su capacidad de seducción, su sentido del humor y su naturaleza afable, e insiste en que esas cualidades lo hicieron ser amado por todos, le permitieron usar su fama para hacer el bien común y contribuyeron a llevar la ópera al gran público.

Asimismo, Howard se limita a pasar de puntillas por los aspectos menos positivos de su homenajeado, como su mal genio y su tendencia a comportarse como una diva, su adicción a la celebridad y sus problemáticas dinámicas con mujeres bastante más jóvenes que él, con la probable intención de sugerir que no eran más que las típicas rarezas consustanciales a los genios. En suma, 'Pavarotti' retrata a Pavarotti como él habría querido ser retratado. Y en el proceso, es cierto, funciona como un eficaz recordatorio de sus logros artísticos; pero quien busque una mirada más matizada y rigurosa al hombre tras el maestro,  a su lugar en la historia del teatro y la música popular, que lo haga en otro lado.