'Aquella nit', una comedia 'trash' sobre la crisis de los 40

La vida no siempre es como la imaginábamos. A los 40 años, uno tiene las ideas algo más claras acerca de la existencia, de lo que le espera en el amor. Pero la vida está llena de sorpresas como demuestra 'Aquella nit', una obra del escocés David Greig (Edimburgo, 1969) que ofrece La Villarroel hasta el 8 de marzo. Está protagonizada por dos personas antagónicas que coinciden por casualidad en una vinacoteca y acaban intimando. Se confiesan sus miedos más profundos y "sacan todo lo que llevan dentro", explica Marta Bayarri. Ella interpreta a Helen, solvente abogada especialista en divorcios, en la cuarentena y soltera, que se enrolla con Bob, personaje que encarna Ivan Massagué, un tipo que soñaba con ser escritor pero ha acabado haciendo trabajillos poco legales. La suya es una historia romántica 'trash', que refleja las contradicciones y debilidades humanas con sarcasmo y frescura. Tiene algo de filmes como 'Love actually' y 'Cuatro bodas y un funeral'.

"La obra es como una partitura deconstruida, una divertida historia de amor de dos antihéroes", afirma David Selvas, director del montaje. Una relación imposible de dos personas al límite, "prisioneras de sí mismas", a quienes el alcohol y el mal tiempo escocés ayudan a hacer aflorar todas sus contradicciones en una noche liberadora. "No vemos su mejor cara. Esta es una historia de conocimiento y de transformación. No sabemos adónde les conducirá su relación, solo que les lleva a un lugar nuevo". 

Greig, autor de obras como 'L'arquitecte' y director del Lyceum de Edimburgo, escribió 'Aquella nit' para hablar de la crisis de los 40 con ironía. Para crearla se encerró durante tres semanas y trabajó a fondo con los dos actores y el músico encargado de las canciones. En La Villarroel éstas se escucharán traducidas al catalán. También sonarán melodías de grupos escoceses como Travis, Mogwai y Primal Scream. 

Refuerzo musical

La música tiene mucha más presencia en este montaje que en el original. Greig hacía recaer en los actores su interpretación a voz y guitarra pero en La Villarroel los protagonistas cuentan con el apoyo de dos sólidos músicos: Pere Jou y Aurora Bauzà. Tanto él -artífice de Quart Primera- como ella -que ya trabajó con Selvas en 'Àngels a Amèrica' y 'La importància de ser Frank', que este enero vuelve al Poliorama- están en escena de principio a fin. Sus arreglos y banda sonora, con sonidos más actuales, contribuyen a "crear atmósferas" y a resaltar el carácter de cada escena con bases pregrabadas, teclado, guitarras y ukelele. "Le hemos dado la vuelta a las canciones y ha quedado una obra de orfebraría, una pieza superpreciosista donde todo fluye. Muy tarantiniana", declaró Jou. 

Renovación

Selvas no oculta su intención de llegar a un público amplio y captar al joven. "Hemos de ponernos las pilas", dice ante la competencia de las series y los videojuegos. "No podemos apalancarnos. No es un problema del público: basta ver el éxito de obras como 'A. K. A'. Toca replantearse las cosas y ponernos al día. Hay que hablar al público de tú a tú". 

Una escenografíade Blanca Añón "muy 'arty'", apunta Selvas, donde con pocos elementos se intenta reproducir diferentes espacios y las imágenes de vídeo, a veces grabadas en directo, contribuyen a entrar en el mundo de los protagonistas. El montaje, producido por La Brutal y Minoria Absoluta, interpela a menudo a los espectadores. "El público es el quinto personaje de esta obra", dice Selvas. De ahí la necesidad de haber empezado ya las funciones previas antes del estreno el próximo jueves.