ENTREVISTA

Emmanuelle Seigner: "Lo de ahora no es feminismo, es estupidez"

La esposa de Roman Polanski actúa en la controvertida nueva película del director, 'El oficial y el espía'

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Beatriz Martínez

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La vida de Emmanuelle Seigner, tanto en su faceta personal como en la profesional, ha estado inevitablemente ligada a la de su marido, Roman Polanski, con el que lleva casada 30 años. El estallido del MeToo volvió a remover las acusaciones de violación contra el director polaco y desde entonces los dos han estado inemersos en el centro del huracán mediático. 'El oficial y el espía' volvió a suscitar la controversia en el pasado Festival de Venecia, pero la película salió reforzada con el Premio del Jurado. Polanski aborda el famoso 'caso Dreyfus' para componer un meticuloso 'thriller' político-histórico sobre la manipulación y la corrupción que algunos han interpretado como un vehículo de reivindicación de su inocencia.

La actriz, cada vez más alejada de las pantallas e inmersa en una gira con su nuevo proyecto musical (junto a The Limiñanas y Anton Newcombe), interpreta un pequeño papel en la película y habla con EL PERIÓDICO de este periodo agitado de su vida.

Viendo ‘El oficial y el espía’ da la sensación de que todo lo que ocurre tiene un eco muy contemporáneo. ¿Era esa la intención, relacionar el 'caso Dreyfus' con la actualidad?

No soy la directora y no puedo hablar en ese sentido, pero creo que hoy en día, a pesar de que tenemos la tecnología, los móviles, que vivimos en una sociedad avanzada y moderna, seguimos siendo tan estúpidos o incluso más que antes. Así que el ser humano no cambia.

¿Cuáles son los temas fundamentales que aborda la película?

Uno de ellos es el antisemitismo, que encierra odio hacia los otros, a lo que representan, a lo que piensan, a lo que son. El odio hacia lo diferente y que por tanto es un peligro para el ‘status quo’. Pero también habla del concepto de verdad. Últimamente la verdad no parece importar en absoluto. Así que intentar llegar a ella se convierte en un camino lleno de obstáculos. Lo sencillo es dejarse llevar por las apariencias y no escarbar en las mentiras para llegar a la raíz de los hechos.

En la película se habla de las intrigas de poder, de la manipulación, pero también de los juicios previos ¿Cree que esta es una realidad cada vez más instalada en nuestra sociedad?

Las redes sociales han contribuido a eso, pero tienen mucho más poder los medios de comunicación. Ellos son los que manipulan la información con tal de vender periódicos o de tener más audiencia. Se han convertido en generadores de sensacionalismo y eso es peligroso. Generan ‘fake news’ y mienten. Pero no quiero hablar de eso, prefiero centrarme en la película.

Percibo que no le gusta mucho dar entrevistas.

No me gusta nada, pero sé que tengo que hacerlas por el bien de la película. Pero no me siento nunca cómoda.

¿Con qué se siente usted más libre?

El mundo está lleno de estupideces que me deprimen, y la música para mí funciona como un revulsivo, me llena de energía. Cuando me subo a un escenario, me siento como una 'teenager'. Además, era lo que siempre había querido ser antes de convertirme en actriz.

Tras el éxito de ‘Frenético’, le ofrecieron un contrato para marcharse a Hollywood y usted rehusó. ¿Por qué?

No quería convertirme en un cliché. En la típica chica francesa que aparece en una película americana. El cine americano siempre tiende a los estereotipos, a simplificar las cosas, y yo no quería sentirme un objeto. Simplemente, no me veía ahí.

El texto de Zola sirvió para gritar contra una injusticia y arremeter contra toda la corrupción instalada en un gobierno. ¿Cree que los intelectuales tienen la responsabilidad de mojarse en temas de política?

Zola se atrevió a desafiar el poder establecido, pero creo que ahora la gente se ha vuelto mucho más cobarde.

¿Qué es lo que más le gusta de su personaje?

Que es una mujer libre. Y que ama a un hombre durante mucho tiempo. Además, soy la única chica de la película, eso me gusta (ríe). Creo que aporta luz entre tanta intriga masculina.

¿Cree que en los últimos años la línea entre feminismo y puritanismo se ha vuelto más fina?

Yo soy feminista, creo que las mujeres han de tener los mismos derechos que los hombres, porque, además, somos más listas (ríe). Pero lo que está ocurriendo ahora mismo no es feminismo, es estupidez. Ahora en nombre del feminismo se dicen muchas mentiras, y esto no es bueno para la mujer.

La Academia de Hollywood expulsó a su marido y unos meses después la propusieron a usted para ingresar en ella. ¿Qué piensa al respecto?

Pues todo un poco raro, ¿no?

No sé si han visto ‘Érase una vez… en Hollywood’ de Quentin Tarantino, donde aparece Roman Polanski y Sharon Tate.

Sí, la hemos visto y nos ha gustado. Pero se da una imagen de Sharon Tate de guapa tonta y eso no es así, merecía mucho más.