ESTRENO

Crítica de 'El oficial y el espía': el peso muerto de la Historia

Polanski recrea con falta de energía el 'caso Dreyfus' y parece equipararse con la víctima de esa injusticia

Estrenos de la semana. El oficial y el espía

periodico

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es lógico que 'El oficial y el espía' generara controversia nada más ver la luz hace unos meses; su director, Roman Polanski, parece haberla diseñado para equipararse con su personaje central, en su día víctima de una de las injusticias más sonadas de la historia. No hace falta ser un experto en leyes para opinar que hay algo perverso en la búsqueda de similitudes entre un soldado acusado injustamente de alta traición y un cineasta que hace 42 años admitió haber agredido sexualmente a una niña, pero en todo caso el intento resultaría más indignante si la película no aquejara tanta tibieza y tanta apatía dramáticas.   

'El oficial y el espía' recrea el caso de Alfred Dreyfus, un capitán del ejército francés de origen judío que en 1895 fue declarado culpable de espionaje a pesar de la falta de pruebas, despojado de su rango military recluido en una prisión de ultramar, y dejó así al descubierto las profundidades del antisemitismo que azotaba la sociedad gala. Narrada desde el punto de vista del hombre que más peleó por probar la inocencia de Dreyfus, el teniente coronel Picquart, la película encadena conversaciones llenas de personajes unidimensionales y diálogos expositivos para insistir una y otra vez en la podredumbre del sistema, y en el proceso desatiende la necesidad de hacer que el espectador sienta el suspense pese a saber de antemano cómo acabará la historia. Es algo especialmente llamativo considerando qué bien se le ha dado siempre a Polanski generar ese tipo de tensión.

Entre todo el exceso de palabrería, el detalle obsesivo por los decorados y los somníferos 'flashbacks', es cierto, 'El oficial y el espía' ofrece estallidos de violencia repentina que hacen al relato despertar de su inercia narrativa, pero esos momentos puntuales no hacen sino resaltar la falta de energía que todo el resto de la película evidencia.