CRÍTICA DE CINE

'Mujercitas': distinguida corrección

La 'Mujercitas' de Greta Gerwig no moderniza la historia pero actualiza el discurso feminista

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Mujercitas'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Mujercitas' / periodico

Quim Casas

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Debe ser difícil introducir nuevos matices a una historia llevada tantas veces a la pantalla como la de la novela de Louisa May Alcott. La versión de 1933 dirigida por George Cukor era muy buena. La de 1949, de Mervyn Le Roy, cumplía: era más glamurosa que dramática. La de los 90, de Gilliam Armstrong, resultaba demasiado encorsetada. Incluso hay una del pasado año que lleva la historia al tiempo actual. La de Greta Gerwig, sólida pero algo convencional, aporta pocas novedades: su estructura narrativa en tiempos distintos o la forma de leer algunas de las cartas con los actores dirigiéndose directamente a cámara.

Por lo demás, la nueva 'Mujercitas' sigue el itinerario de las cuatro hermanas en tiempos de guerra y en tiempos de paz, las envidias entre algunas de ellas, la relación con la madre (la mejor de un buen reparto, Laura Dern), la diferencia de clases, el peso que tienen los que se han ido y la levedad de algunos de los que se han quedado.

Gerwig, quien confía por segunda vez el protagonismo central en la que ya es de momento su actriz fetiche, Saoirse Ronan, no moderniza la historia pero sí que actualiza, por decirlo de alguna forma, su discurso feminista. 

En todo caso, la secuencia en la que Jo le cuenta a su madre sus convicciones resulta retórica, ya que estas convicciones han sido expresadas mejor con sus actos. El abuso musical tampoco ayuda a que el filme encuentre su temple.