Estrella Morente: "Cantar 'Suspiros de España' en Catalunya será emotivo"

Para la granadina Estrella Morente Barcelona estará siempre unida a su añorado padre, Enrique Morente (1942-2010), uno de los artistas más libres que ha dado el flamenco. Él le enseñó a amar otras culturas, a ser curiosa. También él le descubrió Barcelona, donde la cantante tiene muchos seguidores como demostró en su última visita al Liceu en marzo. Este viernes regresa para actuar en su querido Palau, un auditorio lleno de recuerdos. "Yo en el Palau me siento como en mi casa. Adoro Barcelona. Mi padre me enseñó a amarla. Era un enamorado de esta tierra. El Liceu y el Palau son testigos de nuestra historia cultural, lugares sagrados, catedrales del arte y de la música", dice con esa voz redonda y llena de vitalidad al otro lado del hilo telefónico. "Cantar 'Suspiros de España' en Catalunya en estos tiempos será muy emotivo", reconoce la mayor de los hijos de Morente, todos músicos y con proyectos diferentes por delante. "Mi público es muy diverso: desde emigrantes andaluces afincados en Catalunya hasta gente oriunda que respeta y venera el flamenco", recuerda. 

Responsabilidad

A Estrella no le gusta la palabra reivindicar, prefiere hablar de defender la copla, un género que fue menospreciado por su asimilación con el franquismo. No es habitual que presente dos veces el mismo trabajo en la misma ciudad el mismo año. Pero 'Copla', que ofrece este viernes en el festival De Cajón!, es especial. "Siento una responsabilidad superior al pasar dos veces por la misma ciudad. Es casi un broche de oro a una etapa interesantísima que me ha hecho sentir y aprender". Saldrá a escena junto a un cuadro flamenco y a la Banda Municipal de Coria del Río. "Ahora podemos interpretar estas canciones de una manera más relajada, más independiente y más libre para recrearnos en su toda su riqueza y sus matices". El disco es un homenaje a todos los grandes intérpretes y compositores que sustentan el género pero también a las mujeres mayores como su abuela Rosario, a quien dedica el disco. 

El álbum se coció a fuego lento. Enrique Morente se encargó de la selección de temas. "Hace muchos años que él tenía pensado este repertorio. Él siempre acudía a los clásicos para avanzar hacia el futuro". Y ella mira hacia mujeres que dejaron huella como Concha Piquer, Imperio Argentina, Lola Flores, Marife de Triana. Estrella Morente canta piezas como 'Madrina',  'Amante de abril y mayo', 'El día que nací yo', '¡Ay pena, penita!' y 'Yo soy esa', coplas que son reflejo de una época en que las coplas con sus insinuantes y simbólicas imágenes, ayudaban a aliviar fatigas. "El disco está dedicado a los mayores y a todas esas mujeres luchadoras y trabajadoras de la posguerra que supieron hacer de su dura vida una copla", afirma. "El repertorio forma parte de nuestra memoria histórica, de nuestra cultura, de nuestro país. Pertenecen al pueblo".

La cultura por bandera

Tanto su padre, primero, como el productor Isidro Muñoz, después, fueron clave en este proyecto. "Ellos me han enseñado que cualquier obra debe ir cargada de conciencia social y humanística. No sé cómo explicarlo. Yo, como mi padre, no busco obras que estén solo de moda. El mayor éxito no es un disco de oro. El mejor premio es hacer algo productivo, que realmente tenga un contenido, una idea, que no ideología, ojo", advierte. "Las ideologías son importantes porque nos ayudan a formarnos pero la filosofía del arte y la cultura es el mejor lenguaje para comunicarnos", afirma la cantaora. "Mi padre utilizó la música para unir y crear puentes, nunca para levantar muros sino para derribarlos". Su legado en este sentido es enorme. Basta ver los artistas con los que trabajó: desde las Voces Búlgaras a Path Metheny o Lagartija Nick.  

Respecto a la convulsa situación política en España prefiere no pronunciarse. "Los 'ismos', mejor lejos. Si Federico García Lorca se presentara a unas elecciones le creería merecedor de mi voto pero ahora mismo no me siento identidicada con nadie".