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'Fins als... Nadals', versiones de clásicos navideños con aires de cabaret

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Eduardo de Vicente

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La Navidad está cada vez más cerca y con ella regresarán todas las escenas tópicas que reviviremos, nos guste o no. Por ello siempre es bueno quitarle un poco de hierro a la situación y tomárselo con humor. Eso mismo han pensado en el Teatre Condal que ofrece durante estas fiestas un espectáculo con algo de ironía y mucha música titulado juguetonamente Fins als… Nadals con cuatro estupendos cantantes, música en directo e invitados sorpresa en la intimidad del Club, la sala pequeña del local.

Pretende ser un montaje con aires de cabaret y un espíritu gamberro sobre estas celebraciones y el caso es que en su inicio lo consigue de una manera ingeniosa. Los actores aparecen ataviados con un mono rojo y barba blanca cual si fueran Papá Noel, pero un pequeño detalle cambia el panorama… llevan puestas las caretas de Dalí de la serie La casa de papel. Se pasean entre el público provocando algo de inquietud y un silencio tenso mientras susurran un poema navideño. Cuando finalmente se quitan las máscaras vemos que tienen las caras pintadas de blanco y un maquillaje algo extremado.

Los clichés navideños y las canciones

La primera canción nos sorprende, es una deliciosa versión a cappella y en catalán del All i want for Christmas que popularizó Mariah Carey, a la que sigue una divertida adaptación del Jingle bells acompañada a piano. Los protagonistas nos hablan del agobio que sienten por todos los clichés navideños desde el agobio de los regalos a la incomodidad de las cenas familiares y que han tenido una idea revolucionaria: eliminar diciembre del calendario y, con él, la Navidad.

Tras un dulce villancico pasamos a otro tema más desconcertante La banda, de Chico Buarque. Una chica con cabeza de Betty Boop que trabaja en un parque de atracciones nos da una visión distinta de estas fiestas mientras la nieve explica chistes de Eugenio sobre ella y se siente maltratada y el caganer se queja de que ya haya llegado la moda hasta hacer figuritas de Marilyn y Messi.

Una cena familiar con sorpresa

Las canciones habituales de estas fechas se suceden: una parodia del Here comes Santa Claus, el Last Christmas de Wham y George Michael escenificado con carteles escritos a mano con la traducción como si fuera el Subterranean Homesick Blues de Bob Dylan mientras descubrimos que la iluminación consiste en unos focos portátiles que van manipulando dos chicas vestidas igual que los actores. El White Christmas y el más cercano Regala petons de Obeses nos acercan a la cena familiar de Fin de Año.

Una familia que habla en castellano se reúne para celebrar el cambio de año y surgen las tensiones inevitables entre sus miembros interrumpidas por la actuación estelar en la tele de un artista. Una excusa perfecta para que, en cada función, algún amigo se una al espectáculo. En la noche de debut tuvimos el regalo de escuchar a la virtuosa Raquel Jezequel (Carrie, Carrie,Em dic Fanny Brice interpretando una memorable interpretación del Never enough de El gran showman. Imaginamos que en futuras sesiones habrá otros invitados.

Los actores cantan, bailan y tocan en directo

És Nadal al món, Va a nevar (Let’s snow) o Have yourself a merry little Christmas van intercalándose con sketchs sobre la rivalidad entre los Reyes Magos y Santa Claus o el quinto de Nadal (una especie de bingo representado por una mujer que canta los números con peluca rubia y gafas y parece salida de La Cubana) y acaban con el Simplement de Blaumut y un medley trilingüe (en castellano, catalán e inglés) donde incorporan los villancicos que no han aparecido aún.

Pese a su apariencia inicial de montaje transgresor, lo cierto es que acaba convirtiéndose en más convencional de lo que parece, en el que suenan las canciones más conocidas de este género y algunas de grupos catalanes menos habituales. Está mucho más cuidada la parte musical que la dramaturgia. El texto resulta algo irregular con escenas poco aprovechadas (se le podía haber sacado más partido, por ejemplo, a la cena familiar) y el mensaje acaba siendo poco arriesgado: que, a pesar de todo, nos gusta la Navidad. Pero todo ello queda compensado por la entrega y talento de sus cuatro intérpretes (Alexandre Ars y su guitarra, Angels Cervelló, Clara Giralt y Laura Font, al piano en la primera sesión) que se turnan con otros cuatro, juegan con sus voces, ejecutan divertidas coreografías, tocan los instrumentos y se ganan al espectador desde el primer minuto. Un musical familiar para recordar los hits de esta época en adaptaciones muy meritorias y que podrá verse fins (que se acabin)… els Nadals.