EL DISCO DE LA SEMANA

The Who, golpe de autoridad 14 años después

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Jordi Bianciotto, Roger Roca, Juan Manuel Freire, Ignasi Fortuny

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Una de las bandas troncales de la historia del rock, The Who, más trascendente incluso que Queen, figúrense, no desea que su última imagen antes de esfumarse sea la del abuelito en la mecedora con la manta sobre las piernas al lado de la estufa. Cuando ya no lo esperábamos, ni se lo exigíamos, se descuelga con un álbum de canciones frescas, el primero desde 'Endless wire' (2006), que a su vez tomaba el relevo del remoto 'It’s hard' (1982).

Muchos años sin apenas entregar música nueva y mucha gira de 'revival', pero 'Who', este nuevo disco de críptico título, sorprende por su vigor, su hondura y su habilidad para interpelar al oyente sin dejar de recordarnos que arrastra una larga historia. Con destellos de humor resabiado desde el primer tema, 'All this music must fade', donde Roger Daltrey recuerda que "este sonido que compartimos ya se ha tocado antes" y que concluye con un resoplido: "¿y a quién le importa?"

Rockeando a los 75

El álbum arranca con fuerza, conduciéndonos al fogonazo político de 'Ball and chain', crítica un poco caricaturesca a la base de Guantánamo, y la álgida 'I don’t wanna get wise'. Aquí el grupo parece mirar al mundo y a la versión más joven de sí mismo desde la edad provecta, haciendo balance y viniéndonos a decir que después de todo le chifla seguir tirando del carro y sintiendo la excitación propia de una droga. Admirables conclusiones para caballeros que rondan los 75 y para quienes mirar hacia atrás comporta saludar a viejos colegas caídos en acto de servicio: recordemos que la versión clásica de The Who incluía al batería Keith Moon (fallecido en 1978) y al bajista John Entwistle (2002).

Volver a crear música sin ellos desafía un viejo tabú, pero recuerda que, después de todo, la lírica de Pete Townshend y el vozarrón de Roger Daltrey son el núcleo duro de The Who. Los textos transmiten ahora un aroma desmitificador ('Hero ground zero') y deslizan mensajes sobre los "amigos que se han ido" ('She rocked my world', con aromas flamencos), tomando distancias con la simulación de una eterna juventud, actitud con la que coquetean sus contemporáneos Stones.

Hay mucha vida en el disco en un sentido literal: amontonada y filtrada en canciones musculosas e incursiones en la textura acústica ('Break the news') y el arreglo de cuerda ('I’ll be back' y su tacto de soft-rock setentero). Material casi todo escrito el año pasado, que se asienta en el sonido rock desarrollado por el grupo en los 70 sin perder de vista los tiempos del 'pop art': portada firmada por un octogenario Peter Blake (coautor, con Jann Haworth, del diseño de 'Sgt. Pepper’s') y ese jovial 'bonus track' de lo más Merseybeat cantado por Townshend, 'Got nothing to prove'. Otro punto de anclaje, en tiempo añadido, de una obra con la que The Who podrá volver a la carretera en el 2020 con la cabeza alta.  JORDI BIANCIOTTO

OTROS DISCOS DE LA SEMANA

Adelantándose al centenario de Charlie Parker (1920-1955), tres potencias del el saxo alto le rinden un homenaje en directo. Juntos vibran en perfecta sintonía, y quizá por contraste, cuando tocan por separado, cada voz -la locuacidad de Herring, la hondura de Watson y la sabiduría de Bartz- luce distinta, propia y rica. Autoridad total. ROGER ROCA

Davido es una estrella pop en África, pero merece serlo por doquier. Su primer álbum de estudio en siete años está pensado para ello: melodías cálidas y masajeantes, variedad de ritmos, invitados R&B y 'trap' (Summer Walker, Gunna)… Canciones que derriten la nieve y más reconfortantes que cualquier villancico. JUAN MANUEL FREIRE

El tándem valenciano refina y expande su imaginario en un amplio repertorio (19 canciones) que funde material original, revisiones (Cohen, Dylan, Llach) y adaptaciones poéticas, de Maria Mercè Marçal a David Caño. Un manifiesto de vida tan sensible como temperamental, con impronta folk y cómplices como Miquel Gil y David Pastor. J. B.

Ozuna firma un álbum jovial en el que el reguetón une a todo tipo de sonidos latinos. El "negrito de ojos claros" saca punta al pegadizo ritmo suave de sus baladas aunque las canciones más estimulantes son 'singles' ya conocidos anteriormente. Las potentes colaboraciones (Anuel AA, Snoop Dogg, Nicky Jam…) no aportan el plus esperado. IGNASI FORTUNY