Un Mastodonte en Las Vegas

El grupo del actor Asier Etxeandia compitió en los Grammy Latinos con un fascinante videoclip grabado sin el apoyo de la industria

Asier Etxeandia y Enrico Barbaro son Mastodonte

Asier Etxeandia y Enrico Barbaro son Mastodonte / periodico

Ricardo Mir de Francia

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No son estrellas con reconocimiento internacional, pero visten como si lo fueran y la gente les para en los casinos de Las Vegas para hacerse fotos con ellos. Uno gasta un traje de gánster que parece sacado del vestuario de Joe Pesci. Y el otro camina como un pintor renacentista pasado por el túrmix de ‘Mad Max’. Son Asier Etxeandia y Enrico Barbaro, un vasco y un napolitano, el cuerpo bicéfalo de Mastodonte, una de las bandas de nuevo cuño más imponentes del panorama musical español. Solo un año después de sacar su primer disco, fueron nominados a los Grammy Latinos celebrados la semana pasada en la ciudad del pecado por ‘Anatomía del Éxodo’, un videoclip de 20 minutos que ellos mismos se cocinaron sin apoyo de la industria. El resultado no dista mucho de ser una obra de arte.  

“Estos días he tenido unas pesadillas terroríficas. Esto de estar en los Grammy es muy grande”, confiesa Etxeandia mientras suena la ‘Traviata’ en los disparatados canales de cartón piedra del Venetian. El actor y cantante está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera tras protagonizar junto a Antonio Banderas ‘Dolor y Gloria’, la última película de Almodóvar. “Se tiende a pensar que necesitas una carrera dilatada y una gran discográfica detrás para estar nominado a los Grammy, pero a nosotros nos han conocido porque nos vieron en internet. Quiero pensar que el vídeo tiene algo único, es el resultado de todo lo que nos hemos comido como artistas durante nuestras vidas”, añade el intérprete vasco,  que acaba de estrenar también ‘Sordo’, dirigida por Alfonso Cortés-Cavanillas.

El vídeo encapsula la teatralidad, la intensidad poética y el universo mágico que Mastodonte despliega en sus poderosos directos, pero es también una constatación del mérito que tiene el indie español en medio de la hambruna que ha impuesto la era del ‘streaming’Rosalía es otro gran ejemplo. Con ayuda de muchos amigos, entre ellos La Caña Brothers de Cortés-Cavanillas, al frente de la dirección, Mastodonte creó el guion, el vestuario y la coreografía. Y otro colega les prestó el refugio en las montañas de Cantabria donde transcurre parte de la historia. “Lo hicimos a toda hostia en dos días y casi sin dormir, sin duro y sin que nadie cobrara. Pero nos lo pasamos bomba y ahora estamos en los Grammy, lo que demuestra que se puede hacer sin gastarse un dineral”, explica Etxeandia.

‘Anatomía de un éxodo' entrelaza tres canciones del disco con una misma continuidad narrativa. “Tiene que ver con esos momentos en que no estás bien y una voz interior te dice que necesitas un cambio. Puede ser en tu vida laboral, en una relación tóxica o en una guerra”, dice Barbaro, músico multi-instrumentista que ha trabajado con grandes nombres como Camilo Sesto a lo largo de su dilatada carrera.  

Sus dos autores se conocieron trabajando en 'El Intérprete', la aclamada obra protagonizada por Etxeandía que durante tres años se paseo por los teatros de la península. Uno cantaba y el otro tocaba. Las piezas encajaron enseguida y en la figura del mastodonte encontraron una filosofía integral para su música. “Encaja mucho con lo que somos y la intensidad del sonido del disco, que tiene algo muy pesado y bebe de muchas influencias del pop, la electrónica o el rock and roll más antiguo”, dice el vasco. “Pero también encaja con nuestro discurso. Como artista tienes la obligación de mostrarte y contar tus miedos porque son también los del otro. Son un mastodonte que tienes que manejar”. 

En la gala del jueves Mastodonte acabó yéndose de vacío. El Grammy Latino para el mejor vídeo de larga duración se lo llevó Alejandro Sanz con ‘Lo que fui es lo que soy’. Pero si el animal prehistórico estaba decepcionado no lo demostró. La víspera de los premios Etxeandia se casó con su pareja de los últimos 16 años, el manager del grupo, José Luis Huertas. Los casó un Elvis al ritmo de ‘Love Me Tender’ en una capilla de Las Vegas, a la que llegaron en limusina acompañados por algunos de los amigos que les ayudaron a crear el videoclip nominado. 

“Los Grammy Latinos no dejan de ser un gran reconocimiento y una posibilidad de abrir una ventana a Latinoamérica y EE UU”, decía Barbaro antes de conocer el desenlace. “Lo que a mí me gustaría es que podamos seguir haciendo música sin sufrir económicamente porque todo nuestro dinero lo hemos invertido en este proyecto. Estamos condenados a hacer esto eternamente porque no sabemos hacer otra cosa", cierra Etxeandia.