CRÓNICA DE CONCIERTO

Charli XCX: bienvenidos al hiperpop

La artista británica fardó de repertorio rompedor y derrochó energía en la presentación de 'Charli' en Razzmatazz 2

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Juan Manuel Freire

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La británica Charli XCX (el 'XCX' significa 'beso c beso', una firma) pudo haber sido otra artista dedicada a ese pop sin verdaderos estribillos ni riesgos que domina las listas de novedades de Spotify. Pero después de su mala experiencia con las multinacionales, esta cantante y compositora decidió ir por libre y hacer las cosas a su singular, extraña manera, sin abandonar la vocación del pop, el puro pop en mayúsculas y con signos de admiración. ¿Superpop? ¡Hiperpop!

Su último álbum, 'Charli', representa la cúspide de esta búsqueda de un pop hipereficaz pero extraterrestre. Y el mejor fruto hasta la fecha de su colaboración con el colectivo PC Music, cuyo miembro capital A. G. Cook produce o coproduce casi todos los temas. 'Charli', cargado de invitados de las escenas pop más dispares, es una celebración de la colaboración y la empatía en tiempos en que muchos quieren poner muros entre las personas y señalar con el dedo a quienes se salen de la supuesta norma.  

En su presentación en Barcelona del viernes, en Razzmatazz 2, solo hubo amor, una emoción salvaje que bajaba desde el escenario y se veía correspondida. Como en el Primavera Sound 2019, Charli saltó al escenario sin banda ni mucha distracción visual (un cubo gigante y una cuidada iluminación), sola ante el desafío de entretenernos durante una veintena de canciones. También como entonces, se bastó y sobró con su voz y su entrega para entretener, estremecer e incluso inspirar.

Tan solo haciendo referencia a su producción de los tres últimos años, Charli parecía recorrer los éxitos de una vida. Empezó en modo semirrapera con 'Next level Charli' y la maníaca 'Click', para luego exhibir su arte baladístico en 'I don't wanna know'. En 'Vroom vroom' nos recordó el potencial rítmico del sonido de un motor acelerando. 'Gone' podría ser la canción del año, como también la balada épica 'White Mercedes'. Las sigue de cerca 'Official', que dedicó a una pareja gay que la visitó en un encuentro con fans. 'Shake it' fue una fiesta 'bounce' con componentes fabulosas de la comunidad LGBTQ+ local. En 'Track 10' se cruzaron el sentimiento festivo y uno casi apocalíptico; momento muy serio.

Cualquiera se habría ido a casa satisfecho, pero Charli aún tenía ases por enseñar, como 'Focus' (el "keep it hot, Barcelona" es del tema), el himno 'I love it', 'Boys' y '1999'. Razzmatazz 2 se quedó definitivamente pequeño para esta genio del pop en aparente proceso de definitiva explosión. Por fin.