CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Frozen II': menos de lo mismo

Esta secuela del ya clásico de Disney no se toma la molestia de pretender que su existencia misma responde a nada más que la voluntad de hacer caja

Estrenos de la semana. Tráiler de ’Frozen 2’. / periodico

2
Se lee en minutos
Nando Salvà

Frozen II ★★

Dirección:  Chris Buck y Jennifer Lee

Título original:   'Frozen II'

País:  Estados Unidos

Duración:  103 minutos

Año:  2019

Género:  Aventuras animadas

Estreno:  22 de noviembre del 2019

A menos que haya pasado los últimos seis años en coma, seguro que usted ha escuchado '¡Suéltalo!', la pegajosa canción gracias a la que 'Frozen' (2013) pasó de ser una mera película animada a convertirse en un fenómeno cultural -si tiene usted hijos pequeños, sin duda la habrá escuchado más de una vez-. Entre las canciones de 'Frozen II', la diseñada para emular el éxito de aquel himno se titula 'Mucho más allá'; suena a los 20 minutos de metraje, y es una aparatosa oda a la aventura. También es un derroche de cinismo, en tanto que funciona como bandera de una película que carece por completo de espíritu aventurero y voluntad para ir más allá.

Noticias relacionadas

Nadie espera que una secuela tome riesgos creativos, sobre todo si se tratade la continuación dela película animada más taquillera de la historia. Pero aun así es irónico que, en efecto, 'Frozen' II por un lado predique insistentemente a favor del cambio y la transformación mientras por otro recicla sin reparo elementos narrativos de su predecesora -la misma relación fraternal, la misma comedia 'screwball', el mismo muñeco de nueve (e igual de molesto), la misma sucesión de separaciones, reuniones y misiones-, y desarrolla un argumento que parece haber sido urdido más para abordar cuestiones de fondo y preguntas que se quedaron sin responder en la primera película que para allanar un camino nuevo. Y en el proceso en ningún momento logra dotar a los personajes de la complejidad emocional de la que hicieron gala en su peripecia cinematográfica previa.  

Por lo demás, 'Frozen II' ofrece una sucesión de mensajes -sobre los abusos cometidos por aquellos en el poder, la importancia del respeto al medioambiente y a las culturas indígenas y los miedos y emociones que crecer conlleva- que en todo caso se pierden en una narración sorprendentemente confusa; por momentos resulta muy difícil saber qué está pasando y por qué los personajes hacen lo que hacen. Por supuesto, todo eso da igual. Tampoco importa la insipidez general del repertorio musical. 'Frozen II', en realidad, ni se toma la molestia de pretender que su existencia misma responde a nada más que la voluntad de hacer caja. Y ninguno de todos esos espectadores que han visto la primera película unas 3.000 veces se lo tendrá en cuenta.