POLÉMICA

'El oficial y el espía' se revuelve contra Polanski en Francia

La última película del realizador llega a las pantallas en plena polémica tras la acusación de violación de una fotógrafa francesa

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Eva Cantón

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¿Es posible separar al hombre de su obra y obviar las agresiones sexuales que le reprochan al menos cinco mujeres? Difícil. Sobre todo si el acusado se envuelve con el manto de víctima en su última película para comparar su situación con el encarnizamiento antisemita que vivió el capitán de artillería Alfred Dreyfus a finales del siglo XIX. 

‘'J'acusse...!' ('El oficial y el espía' en España), León de Plata en la Mostra de Venecia, se ha estrenado este miércoles en las salas francesas en plena polémica y con intentos de boicot por parte de militantes feministas que denuncian la 'omertá' de la industria del cine con su director, Roman Polanski (París, 1933).

La tormenta se desató cuando la fotógrafa francesa Valentine Monnier aseguró el pasado 1 de noviembre en el diario ‘Le Parisien’ que Polanski la violó en 1975, cuando tenía 18 años, en un chalet de Gstaad (Suiza) al que había sido invitada por una amiga para pasar un fin de semana esquiando. Exmodelo y actriz, Monnier sostiene que fue de una "violencia extrema".

"Me golpeó, me molió a palos hasta que me rendí y luego me violó haciéndome sufrir todo tipo de vicisitudes", relata. Monnier nunca presentó una denuncia y, 44 años después, los hechos han prescrito, pero dice que si ha roto ahora su silencio es porque la película de Polanski -que lleva al cine uno de los mayores errores judiciales de la historia francesa- ha hecho aflorar el recuerdo traumático de aquel día. El realizador niega tajantemente las acusaciones, según ha hecho saber su abogado, Hervé Temine, y se plantea incluso acudir a la justicia.

Otras denuncias

La francesa es la quinta mujer que declara abiertamente haber sido agredida sexualmente por el director desde el caso de Samantha Gailey, una adolescente de 13 años a la que habría drogado y violado en Los Angeles en 1977 durante una sesión de fotos para la revista 'Vogue'.

Para evitar un juicio público, Polanski admitió que había mantenido relaciones sexuales con la niña, aunque negó la violación, y llegó a un acuerdo con la familia. Sin embargo, el juez consideró insuficiente la sentencia, abriendo la puerta a la pena capital. Entonces Polanski voló a París huyendo de la justicia norteamericana.

Hasta no hace mucho el realizador contaba con firmes apoyos en Francia. La actriz Catherine Deneuve, quintaesencia del cine francés, es uno de ellos. Pero las cosas podrían cambiar: la Sociedad Civil de Autores, Realizadores y Productores (ARP), que reúne a más de 200 cineastas, se plantea sancionar a los miembros acusados de violencia sexual.

Y bajo la presión de organizaciones feministas, Polanski tuvo que renunciar a presidir el jurado de los César en el 2017 y un año más tarde fue excluido de la Academia de los Oscar. 

Con la aparición del movimiento #MeToo a raíz de los abusos del productor norteamericano Harvey Weinstein-, a finales del 2017, otras tres actrices señalan a Polanski: la británica Charlotte Lewis, que le reprocha haber abusado de ella durante un cásting en 1983, cuando tenía 16 años; Renate Langer, en Gstaad (Suiza) en 1972 cuando tenía 15 años, y la norteamericana Marianne Barnard, cuando tenía 10 años, en 1975.

Este martes, en el preestreno de su último filme en un cine del barrio latino de París, unas cuarenta militantes feministas blandieron pancartas con los nombres de las mujeres que acusan a Polanski y bloquearon la entrada de la sala, que tuvo que anular una de sus proyecciones.

Aunque también hay voces que le defienden, como la realizadora Nadine Trintignant, quien considera "muy grave fastidiarle cuando se vive un aumento del antisemitismo en Europa". El 'affaire Dreyfus' fue un verdadero seísmo político que marcó la III República francesa y el artículo que Zola publicó el 13 de enero de 1898 en el diario 'L’Aurore' bajo el título 'J’acusse…', el acto más conocido del novelista a favor de quien fue acusado falsamente de espionaje.

Mecanismos de persecución

Polanski ha dicho ver en este asunto ecos de su propia historia. "Conozco muchos mecanismos de persecución que están en la película y que evidentemente me han inspirado", dice en el dosier de prensa del filme, antes de señalar que le persiguen todavía "historias aberrantes de mujeres" a las que no ha visto en su vida y que le acusan "de cosas que habrían pasado hace más de medio siglo".

La película es una adaptación de la novela 'D.', del escritor británico Robert Harris, con quien el cineasta firmó 'The Ghost Writer' (2009). En la cinta tiene más peso el coronel Marie Georges Picquart, jefe del contraespionaje que sacó a la luz las irregularidades de la condena, que el propio Dreyfus.