Lisa Stansfield, como hace 30 años, en el Coliseum

Lisa Stansfield se lanzó a la arena en 1989 con el álbum ‘Affection’, y aunque desde entonces ha publicado otros siete discos de estudio, ninguno de ellos ha pegado tan fuerte como aquel estreno. De ahí esa celebración de 30º aniversario con una gira dedicada a cosecha bautismal, en torno a un soul-pop muy asociado a una época, itinerario que la trajo este martes al Coliseum, dentro del Room Festival.

Hacía 14 años que no la veíamos por aquí (sus visitas se limitaban a sendos conciertos en Bikini en el 2002 y 2005), pero viéndola y escuchándola se diría que no había pasado el tiempo. Todo estaba ahí: aquella sensualidad ‘funky’ de terciopelo, las capas de sintetizadores construyendo ambientes y su voz esbelta y poderosa, transmitiendo un arrebato controlado. Música de baile elegante, que apela al confort más que al sudor, sujeta a un concepto de producción como el que, a caballo de los 80 y los 90, acompañó a artistas como Simply Red, Seal o Soul II Soul.

En modo envolvente

La propia ‘Affection’ abrió la sesión estableciendo las pautas. “Todos sabemos lo que queremos”, dice la letra en ese momento en que la voz de Stansfield queda suspendida en el aire, antes de que estalle el estribillo. Bien, estallar quizá sea un verbo algo exagerado. “Pasear bajo el sol con la persona que amas / y con un amor muy, muy, grande en tu corazón”, nos hizo saber a su modo envolvente, arropada por una banda de diez integrantes, incluyendo dos teclistas, una pareja de coristas y otra de metales.

Recorrimos el álbum íntegramente, con sus 13 canciones y hasta una más, ‘My apple heart’, ‘bonus track’ en la reedición del 2003. Público levantándose de sus asientos y bailando el éxito ‘This is the right time’, aquella alianza con Coldcut. Un lujo para los fans, si bien algunos de aquellos temas se parecen demasiado: ‘You can’t deny it’ y ‘Big thing’ (este último, procedente de la primera banda de la cantante, Blue Zone) parecieron ensayos de la canción que vino luego, ‘All around the world’, el número uno gracias al cual en su día el álbum ‘Affection’ atrajo a cinco millones de compradores.

El repertorio lo completaron un par de citas a ‘Lisa Stansfield’, disco que en 1997 representó un cierto repunte en su carrera, y una pieza reciente, ‘Never ever’, que sonó como las anteriores. Y para cerrar, un ‘Live together’ en el que coló un mensaje interpretable en clave anti-Brexit cuando gritó “¡estoy muy orgullosa de ser europea!”, el momento de la noche en que más alzó la voz.